El Barcelona pasa un mal trago

Al final, previsible a tenor del historial y las estadísticas, ganó el Barça porque supo maquillar una mala noche sobre la bocina, exigido y menor por la osadía de un oponente encomiable que tuvo a Guardiola en un sinvivir. Sudó tinta, aunque mantiene el desafío que le propone el Madrid en la Liga antes de verse el miércoles en la Copa. A la vuelta de la esquina, en Chamartín, está el primer clásico de 2012 , un pulso entre cientos de interrogantes porque a los dos grandes les está costando demasiado. [Las mejores imágenes del encuentro]

Fue una noche distinta en el templo azulgrana, con noticia a cuatro columnas porque al Barcelona nadie le marcaba un gol en su campo desde hacía cuatro meses —Milán— y en la Liga seguía virgen el marco de Valdés, superado en dos ocasiones sin obviar que antes tuvo un par de intervenciones sensacionales que aliviaron al campeón. Entre retoques y arreglos, el Barcelona tardó en reconocerse y ni siquiera los tantos de Xavi y Messi, casi consecutivos, mejoraron la puesta en escena, muy errático el equipo y condescendiente con la defensa de tres hombres. Guardiola, que empezó sin Alves y sin Piqué, rectificó en la reanudación con la entrada del brasileño. Fue mejor. [Estadísticas]

La cita se resolvió a partir de la expulsión de Mario, que desprotegió al Betis cuando mejor estaba, nivelado el 2-0 a base de buenas intenciones y de aplicar a las mil maravillas lo que propone Pepe Mel en la pizarra . Fue valiente el técnico verdiblanco e incluso desafío con dos puntas después del intermedio, apuesta con premio cuando Santa Cruz resolvía una contra de manual. Antes del descanso, Rubén Castro había acercado al Betis al objetivo.

Pero con veinte minutos por delante se quedó con diez y sin aire en los pulmones, tan debilitado que el arreón del Barcelona acabó con la fe andaluza. A los locales se les torcía el rostro porque no salía nada, quejososos porque no señalaron un penalti a Iniesta sin que haya dudas sobre la integridad del manchego en esas acciones, alterados porque cada disparo se quedaba sólo en «uy» o en «casi». Sudores fríos hasta que Alexis , en una escapada a la carrera, encontró el camino con un disparo desde lejos que inhabilitó a Casto, también superado con el acierto de Messi desde los once metros. Goles para camuflar una velada agobiante.

Hay Liga porque queda un largo paseo hasta la meta y porque el Barcelona impuso cierta lógica. Pero ahora, desde ya, hay Copa del Rey con unos cuartos de final apasionantes. El miércoles, en el Bernabéu, otra vez toca debate sin que nadie tenga las ideas claras. Primera ración de 2012.