Real MADRID-BARCELONA
Las claves del enésimo clásico
Las dudas de Mou, los efectos del parón navideño, Pinto, Coentrao, los arbitrajes al Barça, la ansiedad de Cristiano...
MIGUEL ZARZA
Como mínimo diez clásicos . Cuando termine la presente campaña madridistas y culés podrían haberse visto las caras en una decena de ocasiones en solo dos años. Y eso si los caminos de los dos máximos favoritos a la corona continental no se cruzan ... en la Liga de Campeones... porque de quedar emparejados en alguna eliminatoria serían doce las veces que se habrían enfrentado desde la llegada de Jose Mourinho al banquillo blanco. La excesiva repetición de lo que en otro tiempo era el «partido del siglo» (y que ahora se acerca más al calificativo de «partido del mes») conlleva una cierta pérdida de la mística que solía rodear al duelo entre los dos gallos de la Liga española. Sin embargo, una serie de detalles hacen que cada uno de los enfrentamientos sea diferente al resto. Estas son las claves del octavo clásico , que en conjunto lo hacen especial y único: 1. La Navidad pasó factura. El parón invernal no le ha sentado bien a ninguno de los dos equipos. El descanso invernal, al que tanto madridistas como culés llegaron con unos números brutales y una autoridad incontestable por el resto de equipos, cambió el paso de ambos. Así, al Madrid le costó ganar al Granada (5-1) y al Mallorca (1-2) en Liga y se llevó un buen susto con el Málaga en la Copa. Mientras, los de Guardiola solucionaron sin problemas su eliminatoria en el torneo del K.O. frente al Osasuna, pero pincharon en Cornellá ante el Espanyol (1-1) y sufrieron más de la cuenta para superar al Betis en el Camp Nou (4-2).
2. Las dudas de Mourinho. Las bajas de Arbeloa por sanción y de Khedira por lesión han provocado que Mourinho se esté devanando los sesos para dar con una alineación de garantías para oponer al poderío azulgrana . El luso se debate entre el trivote y los tres centrales, no ha decidido si Pepe será central o mediocentro, o si dar la titularidad a Coentrao después del desatroso clásico liguero del portugués... Enfrente, con alguna ligera modificación como cada vez que llega al Bernabéu, un Barça que juega de memoria. Guardiola puede cambiar piezas o variar alguna posición, pero el plan es siempre el mismo . 3. Pinto asusta. Pero no al Real Madrid sino a los aficionados del Barcelona. En el único partido que el equipo de Pep ha perdido con los blancos, la final de la Copa del rey, era él el encargado de defender la portería azulgrana y eso se les ha quedado grabado. Muchos preferirían que el titular fuese Víctor Valdés, pese a su error en el último Madrid-Barça, pero el elegido de Guardiola para el torneo copero es el portero gaditano. 4. La ansiedad de Cristiano. Es un devorador de récords. La pasada campaña destrozó la marca goleadora de Hugo Sánchez y este curso ya lidera la tabla de goleadores. Sin embargo, al luso sigue sin salirle un partido redondo ante el Barça . Solo en la final de Copa de Mestalla destacó con el gol de la victoria, pero ni siquiera en aquella ocasión completó un buen encuentro. Es por ello que en los clásicos se le ve ansioso desde el primer minuto, y bloqueado si las cosas no le salen desde el principio. De su capacidad para vencer esta barrera mental dependen buena parte de las opciones del Real Madrid, que necesita la mejor versión de CR7 para superar a su eterno rival.
5. La ausencia de Villa y el peligro de Aléxis. Ambos equipos tendrán ausencias importantes en el partido del Bernabéu, aunque quizás una de las más sensibles sea la de David Villa en el once azulgrana. El asturiano, acostumbrado a marcar a los blancos, sigue recuperándose de la lesión que sufrió en el Mundialito de Clubes. Pero el Madrid no puede estar tranquilo. Su lugar lo podría ocupar el chileno Aléxis Sánchez, que tan solo lleva una temporada en el Barça pero ya le ha cogido el gusto a anotar y hacer grandes partidos ante los de Mourinho. 6. Marcelo, de bajón. El lateral, uno de los jugadores más destacados del Real Madrid desde la llegada de Mourinho al banquillo, no atraviesa su mejor momento. El brasileño no ha empezado muy bien el año tras el parón invernal y se echan de menos sus explosivas galopadas por la banda y el peligro de sus llegadas por sorpresa al área rival. 7. Callejón, a tope. Sin embargo, Mourinho puede contar con un jugador que está de dulce. Llegó para jugar minutos intrascendentes, pero sus actuaciones se han tornado decisivas para el Real Madrid . Ha aprovechado cada oportunidad que ha tenido y con sus desmarques, internadas por los costados y puntería de cara al gol se ha puesto por delante de compañeros como Kaká...
8. Quejas azulgranas por los arbitrajes. No es habitual que los jugadores o el cuerpo técnico del Barcelona señalen a los árbitros, pero en la rueda de prensa del lunes Xavi Hernández no tuvo reparo en recordar los penaltis que esta temporada se quedaron en el limbo... Seguramente el capitán azulgrana tenga razón al decir que este año las decisiones arbitrales les han perjudicado, pero decirlo justo antes del clásico parece una forma de presionar al colegiado... Veremos qué dice Guardiola al respecto en la rueda de prensa previa al choque. 9. Desilusión y escepticismo blanco. La pasada temporada, pese a la victoria blanca en la Copa, los azulgranas salieron victoriosos del «multiclásico» al hacerse con los títulos de Liga y «Champions». Sin embargo, la confianza de los madridistas estaba por las nubes ante el primer duelo liguero. Había ánimo de revancha. Hambre. La derrota en la Supercopa no contaba, pues se decidió en los últimos instantes del partido de vuelta y los de Mourinho demostraron que podían ser mejores que los azulgranas. Pero la visita de Pep y los suyos al paseo de la Castellana frenó en seco la euforia. El 1-3 sembró de cabezas gachas la plantilla merengue y se ha traducido en una oleada de escepticismo entre la parroquia madridista. Incluso siendo los blancos líderes con cinco puntos de ventaja en la Liga , el Barça domina psicológicamente el clásico. 10. Saciados de clásicos. En otro tiempo era el partido más esperado. Hoy por hoy empieza a cansar. A los aficionados y sobre todo a los futbolistas. Íker Casillas lo reconocía tras clasificarse para los cuartos de final de la Copa. El peligro es que eso se pueda traducir en ciertos momentos de desconexión o desconcentración de los futbolistas durante el encuentro, por muy Madrid-Barça que sea. Quien mejor lo controle tendrá mucho ganado.
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