El Barcelona se da un homenaje a costa del Athletic
Nada puede frenar al Barcelona, declarado inmortal después de la goleada de ayer en Mestalla para dignificar un torneo puesto en duda por los grandes. Empezó mal, cierto, pero fue tan superior en el cómputo global que el resultado se queda corto. Meneó al Athletic ... en una segunda mitad magistral y mantiene vivo el sueño de la triple corona, una epopeya jamás contada en 110 años. Lleva ya un título, el segundo (la Liga) es cuestión de días y el tercero haría de esta temporada algo único. Europa marcará la grandeza de este equipo, que ya de por sí se antoja muy difícil de igualar.
Llevaba meses el Athletic jugando esta final, demasiados. En su afán por reverdecer su leyenda, salió tan enchufado que al Barcelona le pilló del todo desprevenido. Un cuarto de hora de asfixiante presión e inquietantes embestidas rojiblancas alimentó la fe de todo un pueblo, que ganó por mayoría, eso sí, desde la agitada grada de Mestalla. La Copa, palabras mayores para el Athletic, algo incomparable en ese club añejo cuyo palmarés se quedó en el siglo XX, incompatible su filosofía con la gloria y los éxitos. Un cuarto de siglo después, se citó con su historia y por momentos soñó con volver a ser grande. Sólo eso, un sueño
Tan claro fue el dominio del Athletic en el primer cuarto de hora como lo fue del Barça hasta el final. Ni Fernando Llorente ni Yeste, Toquero era el elegido de la masa social vasca. Tiene gracia su nombre y destaca por su aspecto alejado del clásico futbolista mediático. Se desfondó en una lucha incansable y tuvo premio en un saque de esquina, genial ejecutado por Yeste y mejor rematado por el espigado delantero.
Demasiado pronto le llegó ese gol al Athletic. Más de 80 minutos por delante para defender ese tesoro, eterno pulso con todas las de perder ante un Barcelona eminentemente superior. Mezcló Guardiola como acostumbra en este torneo y dejó claro que Touré será su hombre en el eje de la zaga para la final de Roma. Muy mal tiene que ver a Cáceres y Sylvinho el técnico, pero la realidad es que el Barça se desajustó en primera instancia atrás y anheló los servicios de Touré en la medular, ocupada por Busquets, Xavi y Keita.
Nada maravilloso en el primer acto del Barcelona, pero la lógica cayó por su propio peso en la reanudación. Poco podía durar ese ritmo en el Athletic y a cada minuto que se consumía, metro que ganaban los catalanes. Prefirió Caparrós que se anulara a Xavi y que subieran tanto como quisieran los centrales del Barcelona y en una de estas llegó el empate en una jugada notable de Touré, cuyo remate fue tan bueno como pésima su celebración, regalando aparentemente sin motivo un par de cortes de manga a la hinchada vizcaína. Ahí cambió todo.
Desapareció el Athletic, no se sabe si por incapacidad o porque quiso ser el Barça el de siempre, y cuando juega no hay quien el pare. En un arranque imparable, sentenció en la reanudación con un tanto de Messi y otro de Bojan, los dos chicos de la Copa del Barça. Fueron dos puyazos letales para el Athletic, entregado a la evidencia y superado en todos los aspectos, más si cabe con el sensacional gol de Xavi de libre directo.
Noticias relacionadas
- TVE pide disculpas por «cortar» el himno
- Más de 10 millones de espectadores vieron la final de la Copa del Rey
- La afición azulgrana sonríe la última
- Un muerto en Gerona al caer al río mientras celebraba la victoria
- Directo : Así lo hemos contado
- Galería : Las mejores fotos de la final
- Galería : La celebración del Barça
- 45 detenidos en la celebración del título
- Reacciones de los protagonistas
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete