El Barça de Valverde se deshincha

El Barcelona peleará todos los títulos que disputa pero podría pagar un alto precio por ello. La Copa del Rey ha supuesto un gran desgaste en una plantilla en la que Valverde ha abusado en exceso de jugadores habituales. Busquets, Rakitic, Iniesta y Paulinho han disputado prácticamente todos los partidos y el técnico ha dejado de lado el fondo de armario que tan buen resultado le ha dado en la primera vuelta. Paco Alcácer, Denis Suárez y André Gomes han desaparecido de las alineaciones y hasta de las convocatorias.

Las sustituciones tampoco han sido un elemento para descargar de minutos a los titulares. Valverde suele realizar los cambios a partir del minuto sesenta y con la intención de modificar cuestiones tácticas que no le agradan. Pocas veces lo hace para descanso a sus futbolistas. Un dato curioso señala que 28 sustituciones que ha realizado en los 47 partidos que llevamos disputados han sido a partir del minuto ochenta .

A pesar de los numerosos contratiempos que ha tenido que afrontar desde su llegada (marcha de Neymar, lesiones de Dembélé o coincidencia en la ausencia de centrales por las dolencias o sanciones de Mascherano, Umtiti, Piqué y Vermaelen), Valverde se ha visto recompensado por una cierta fortuna en casi todas sus decisiones. Jugadores como Paulinho superaron todas las expectativas. No obstante, el rendimiento del brasileño ha caído en picado. Bezerra ha jugado todos los partidos de Liga y Champions y llegó a marcar ocho goles. El escaso descanso que ha tenido en verano al estar disputando la Superliga china, le está pasando factura en este tramo del campeonato. En los últimos tres partidos que jugó como titular (Eibar, Chelsea y Las Palmas), Valverde se vio obligado a sustituirlo para reestablecer el orden en el centro del campo.

El Barcelona ha fichado mucho este año. En verano y en invierno. No ha escatimado en reforzarse en una temporada en el que el objetivo era relevar al Real Madrid en su supremacía europea . Se marchó Neymar e invirtieron los 222 millones ingresados. Llegaron Dembélé (145 millones), Semedo (35), Paulinho (40) y Deulofeu (12). Y cuatro meses después Coutinho (160) y Yerry Mina (11,8). En total, más de 400 millones y ninguno de ellos está dando el rendimiento esperado .

Dembélé ha estado más tiempo lesionado que en el terreno de juego y en los minutos que ha disfrutado ha quedado patente que necesita adaptación y confianza. Semedo no ha acabado de ganarse la confianza de Valverde, que apuesta en los partidos importantes por Sergi Roberto. Deulofeu solo aguantó cinco meses y ahora está cedido en el Watford, pero su aportación ha sido prácticamente testimonial. La calidad de Coutinho es indiscutible pero le falta acoplarse al equipo y sorprendió su suplencia ante el Eibar teniendo en cuenta que no podía jugar el siguiente partido, ante el Chelsea, al no estar inscrito en la Champions. Yerry Mina solo ha disputado 97 minutos y en los tres últimos partidos se ha quedado en la grada. Valverde prefiere a Piqué con molestias físicas que al colombiano. Paulinho ha sido el único que ha superado las expectativas aunque en estos momentos ha bajado notablemente su rendimiento.

Una de las grandes sorpresas en la última alienación de Valverde, ante Las Palmas (1-1), fue la inclusión de Luis Suárez, que estaba apercibido de sanción y si hubiera visto una tarjeta amarilla no habría podido jugar este domingo ante el Atlético de Madrid. El uruguayo jugó atenazado por esta amenaza y el equipo acusó su falta de garra y brega . Ya le ocurrió ante el Valencia en Copa y quedó patente que el juego del charrúa se resiente cuando actúa encorsetado. El entorno azulgrana criticó que el técnico no hubiera apostado por Alcácer .

Desde que el Atlético perdiera el 22 de diciembre en Cornellá ante el Español, solo ha cedido un empate en los nueve partidos siguientes . Los de Simeone han sumado 25 puntos de los 27 disputados en 2018. En cambio, el Barcelona se ha desinflado en los últimos partidos, en los que acumula tres empates y en los que ha dado muestras de debilidad y desgaste. La impresión es que el equipo de Simeone está mucho más fuerte en estos momentos.

Aunque este pasado jueves le pitaron el primer penalti en contra en los dos últimos años, el Barcelona no está satisfecho con algunas actuaciones arbitrales. Son cuatro los partidos a los que hace referencia. El primero ante el Atlético de Madrid (1-1) , en el que Mateu Lahoz no pitó unas manos de Savic. El segundo en Valencia (0-0) . Iglesias Villanueva no dio como gol un balón que traspasó claramente la meta del equipo del Turia y que Neto sacó desde dentro. El tercero ante el Celta (2-2) cuando Melero López anuló un gol a Suárez por un fuera de juego inexistente. Y el último ante Las Palmas (1-1) , en el que se reclama una expulsión y se tilda el penalti en contra de «inexistente» .