El Barça podrá fichar en mitad de un ERTE

Desde el Barcelona justifican que el expediente regulador de empleo que aplicaron solo afecta a los empleados del club mientras que los futbolistas aceptaron una rebaja salarial durante el estado de alarma. Varios expertos consultados por ABC coincidieron en disociar el ERTE de lo que pueda acontecer posteriormente en un mercado de fichajes. «Jurídicamente no hay ninguna limitación legal para que un club, que tiene la consideración de una empresa respecto a sus trabajadores, ya sean deportistas profesionales o trabajadores ordinarios, no pueda realizar actos que son propios de su actividad. Ninguno de los Reales Decretos ni ninguna de las normas que se han dictado impide a un club contratar nuevos jugadores», argumenta José Luis Fraile, socio de Sagardoy Abogados y experto en derecho laboral y deportivo.

El letrado no cree que la fuerte inversión que realice el Barcelona provoque una fiscalización de los fichajes por parte de los ministerios de Trabajo y Hacienda, más allá de la intención de comprobar que se han pagado los impuestos correspondientes , pero en absoluto a causa de estar directamente relacionado con un ERTE. «La fiscalidad de los fichajes podrá hacerse por múltiples razones pero no porque afecte a la causa de fuerza mayor. En el caso del Barcelona ha sido la propia autoridad laboral la que constató la existencia de la causa de fuerza mayor. Con la promulgación del estado de alarma se suspendieron las competiciones deportivas, por lo que, teóricamente, la causa existía», advierte José Luis Fraile .

Coincide en la apreciación Daniel Aroca , socio del despacho Auren Abogados y especialista en derecho fiscal y reestructuraciones, que apunta que «la Administración laboral es la que autoriza el ERTE y la que en el momento en el que se solicita, acepta la causa que lo provoca, es decir, la fuerza mayor por la dificultad del Covid-19». Y añade: «Si tiene indicios de que el ERTEno puede ser concedido porque hay un cashflow y una tesorería que el Barcelona puede utilizar a su libre conveniencia para realizar unos fichajes, por ejemplo, lo normal es que no se conceda».

Los expertos coinciden en liberar al Barcelona de cualquier limitación a la hora de reforzarse durante el próximo mercado invernal. No obstante, queda patente la necesidad que tendrá el club azulgrana de atenuar todos sus gastos teniendo en cuenta que la prioridad ordenada desde los despachos de Arístides Maillol es la de rebajar el presupuesto y la masa salarial. De hecho, el Barça tiene en marcha una nueva reducción salarial para la próxima temporada. Fuentes de la entidad catalana reconocen a ABC la intención de incluir jugadores en los traspasos con un doble objetivo, aligerar sueldos con futbolistas que no entran en los planes de Setién y abaratar el precio final de las operaciones. Así, Arturo Vidal, Semedo, Todibo, Rakitic o Umtiti podrían cumplir con esta doble misión.

El letrado Aroca lo ejemplifica: «Imagine una empresa que ha ido justa de liquidez y la Administración le concede el expediente regulador temporal de empleo. Pasado el ERTE y yendo justa de liquidez, decide vender tres máquinas porque ya no las usa. Y con la liquidez que consigue se compra nuevas máquinas. La Administración no le puede exigir que con la liquidez que obtenga de vender las maquinas pague las bonificaciones. Esa empresa tiene un circulante en su activo y tiene que seguir en su actividad. En el caso de los clubes el activo más importante son los jugadores y es lo que necesitan para desarrollar su actividad, generar más ingresos de publicidad y mantener la plantilla a la que ha afectado el ERTE».

No obstante, las presumibles llegadas de Lautaro y Pjanic podrían alterar la intención del club de seguir rebajando fichas. «Si se hace de forma individual y voluntaria es perfectamente lícito. En una modificación de carácter colectivo hay un procedimiento de consultas, hay que acreditar la causa que motive esa necesidad de reducción salarial. Evidentemente si pagas cien millones por un jugador y luego le dices a otro futbolista que debe reducir su salario, entiendo que se opondría », remata José Luis Fraile.