El Betis asalta Vallecas 16 años después

Después del cariñoso homenaje que recibió el técnico Pepe Mel de la afición del Rayo , que coreó su nombre al saltar al césped antes de comenzar el partido, el duelo entre el equipo madrileño y el Betis se inició con demasiado respeto futbolístico por parte de ambos contendientes.

El Rayo, motivado por el horario y apoyado por su afición, enseñó pronto su sello de equipo ofensivo y que gusta de tener el balón, algo que al Betis no le importó a la espera de una primera oportunidad a fallo de su rival. Así ocurrió a los once minutos cuando Raúl Baena perdió un balón en su área ante Petros y Portillo , que estaba detrás, lanzó un disparo al centro que repelió Toño.

Poco después, el Betis, que poco a poco fue jugando con el nerviosismo y las imprecisiones que cometía su rival, se adelantó con un gol de Westermann. El central alemán fabricó la jugada desde atrás, abrió a la derecha a Rubén Castro y éste se la volvió a ceder al hueco , a la espalda de dos defensas del Rayo y a la carrera, para que la cruzara ante la salida de Toño.

El gol no rebajó los ánimos del Rayo, que, pese a su dominio del balón, no era capaz de llegar a la portería de Adán con claridad y sus únicos acercamientos en la primera mitad fueron con sendos cabezazos de Javi Guerra y de Zé Castro y con un disparo cruzado de Nacho que se marchó desviado.

En la segunda mitad, Paco Jémez dio entrada a Lass y el guineano aportó algo más de frescura en el ataque rayista por el costado derecho, ya que por el contrario, por el izquierdo, Bebé se mostró impreciso y presa de la ansiedad.

El conjunto andaluz, metido en su campo, comenzó la segunda parte defendiendo el resultado y retardando todas las jugadas a balón parado hasta que un nuevo fallo en defensa del Rayo, ésta vez de Zé Castro , sirvió para que ampliara su diferencia con un gol de Rubén Castro a pase de Cejudo, tras un error en la frontal del zaguero portugués.

Otro error pudo volver a costarle caro al Rayo cuando en el minuto 77 Fariña perdió un balón en la medular y tras una buena jugada Rubén Castro disparó a puerta y repelió Toño. El rechace, al que no llegó ningún defensor local por lentitud, lo recogió Joaquín para zafarse del portero y estrellar su disparo en el palo.

Esa jugada resumió a la perfección el partido realizado por el Rayo, que estuvo muy impreciso en defensa y poco efectivo en ataque ante un Betis que supo jugar con los nervios de su rival y tiró de oficio para volver a ganar en Vallecas desde aquel lejano 24 de octubre de 1999.