Aburrido empate a nada

Poco más de un minuto tardó el Elche en apretar el nudo de la corbata al Getafe. Recibió Cristian Herrera. El delantero ilicitano se revolvió para aguantar el balón y desde la frontal Víctor Rodríguez enganchó un disparo raso, seco y hacia el palo izquierdo de Guaita. Pero el portero valenciano replicó brillante con una mano abajo para repelar a córner. Empezaba con fuerza la historia del duelo entre madrileños e ilicitanos, pero la acción, notable en todo caso, fue un espejismo. Soporífero primer acto entre Getafe y Elche.

El juego se encorsetó en el centro del campo. Los sistemas defensivos de Contra y Escribá funcionaron y tanto Guaita como Tyton no tuvieron apuros. Pasada la media hora, Escudero se sacó una potente volea desde fuera del área, pero por el centro el meta rival no tuvo problemas. El ¡uy! tuvo su fundamento más en que el balón iba con relativo peligro hacia portería, que por ser una opción clara para el Getafe. Demasiadas imprecisiones y malas elecciones en los pases en zona de tres cuartos, que ahogaron a dos conjuntos que poco ofrecieron en los primeros 45 minutos, que fueron soporíferos.

El fútbol regresó al Coliseum Alfonso Pérez con síntomas de ambición en uno y otro equipo. Pronto tuvieron sus opciones para adelantarse. Primero, el Getafe sirvió de esquina y el remate de cabeza de Velázquez lo blocó Tyton. Luego, tras una falta lateral para el Elche cerca del área azulona, en una segunda jugada le quedó el balón suelto a Jonathas a pocos metros de Guaita, pero al atacante el balón se le fue a las nubes. Se mostró con mayor soltura el conjunto de Escribá con el balón. Manejó mejor. Al menos, pretendió mandar en posesión, mientras el Getafe buscaba la contra. Un pase de Damián Suárez se lo acomodó Cristian Herrera y el chut duro y cruzado del delantero visitante lo despejó Guaita estirándose.

Los madrileños equilibraron las fuerzas con la entrada de Sammir por un desaparecido Sarabia. Contra quería que su equipo tuviese la iniciativa y que creciese en producción ofensiva. A los setenta minutos había cambiado completamente su línea de tres mediapuntas. Ineficaces estuvieron Hinestroza, Sarabia y Yoda, así que el técnico fue dando la vez a Diego Castro, Sammir y Babá. Los madrileños ganaron en capacidad para enfocar su juego ofensivamente, pero las acciones se evaporaban con algún disparo de lejos, mientras el Elche se ajustaba al nuevo papel y era el equipo que se movía a la contra. Sólo Escudero en un par de acciones a balón parado llevó cierto peligro a la meta visitante.