Messi soluciona sus problemas

El Barça, en cambio, camina firme en Liga y Champions y sus resultados son incuestionables, pero su juego ha generado debate en los últimos días; o –mejor dicho– más del que esperaban los protagonistas del invento, futbolistas, técnico y directivos, en esta situación. La crítica y el análisis forman parte de la cultura del club azulgrana, por más que le duela a Gerardo Martino, quien se empeñó el martes en asumir demasiado peso a la hora de liberar a su equipo de una discusión futbolística, de una “crisis”, según su diccionario particular.

Por su parte, Messi, uno de los ejes de dicho debate, dio signos de recuperación con dos goles. Tomó la mejor medicina posible para remediar el tono tristón que su fútbol atraviesa últimamente. Es más, se puede decir que el delantero despejó más dudas que el equipo en sí. Por algo se empieza.

Casualidad o no, Martino repitió contra el Milán el mismo once que hace dos semanas firmó un partido muy discreto en San Siro. El Barcelona empezó el encuentro muchísimo más intenso que hace dos semanas , con una energía en la recuperación que provocó que el Milán viviera durante toda la primera mitad metido en su campo, preocupado por cerrar todos los pasillos posibles. Sin embargo, el mismo brío que servía para robar pronto se tradujo en cierta precipitación en ataque. Si algo han enseñado los partidos contra el Milán –ocho con éste– es que requieren paciencia y precisión, dos argumentos que escasearon en una primera parte que el Barça planteó, eso sí, con la intención de dominar el balón y los espacios. Quizás por ello los goles llegaron a balón parado .

Al filo de la media hora, tras un par de avisos de Alexis y Xavi, Messi se reencontró por fin con el gol al transformar un penalti muy claro de Abate sobre Neymar , que se desmarcó, recibió un pase elevado de Iniesta y fue derribado. De esta forma Messi volvió a mojar. Celebró con rabia su quinto gol en Champions y a partir de ahí su rendimiento creció al compás del calor constante que le dedicó la grada. El sexto llegaría más adelante.

En el 39, Neymar provocó una falta escorada a la izquierda que Xavi sirvió con maestría para la cabeza de Sergio Busquets, que remató solo en el área pequeña y situó el 2-0 . Cabeceó cómodo el mediocentro internacional, mucho más que Bakero hace exactamente 22 años y un día en Kaiserslautern, donde el Barça empezó a gestar su primera Copa de Europa.

Antes del descanso, Piqué se metió un gol en propia meta después de una carrera que Kaká le ganó a Alves por la banda . El Milán, que no había disparado ni una vez entre los tres palos, se llevó al vestuario un botín inmerecido.

En la segunda parte, la entrada de Balotelli y un amago de contención por parte del Barça animaron a los italianos. Valdés detuvo la más clara y a partir de ahí Messi y Neymar se encargaron de devolver el partido a la dirección de los primeros 45 minutos. El brasileño, en el 73, falló el último remate después de un slálom fabuloso. Un minuto después, y tras una combinación entre ambos, Alexis erró ante Abbiati, dejando la sensación de que el Barça no estaba cerrando el partido a tiempo. Por suerte para el Camp Nou, Messi se encontró con Cesc en una jugada de tiralíneas y selló la tranquilidad . La suya y la de Martino, que puede empezar a olvidarse de la Champions hasta 2014.