El mejor Alonso, séptimo en Montmeló

La clasificación empezó con un canto a la experiencia. Desde el garaje de Ferrari, un ingeniero provisto de sus 50.000 datos de la telemetría le ordenó tajante a Sebastian Vettel. «Para el coche». El alemán respondió con su sensibilidad de piloto experto, conocedorde la materia y de lo que tiene entre manos. «¿Estás seguro?». No hubo respuesta pública del ingeniero, ya que unios minutos después el alemán hacía su mejor vuelta y mostraba que no tenía ningún problema en el monoplaza. Unos minutos antes de todo eso, Vettel había felicitado a los mecánicos por el trabajo de cambiar el motor a toda velocidad entre sesión y sesión.

En la Q1 cayó el compañero de Alonso, el belga Stoffel Vandoorne , un piloto al que apenas se le ha visto de momento en la Fórmula 1.

Lo que vino a continuación fue la primera alegría del curso para Honda y McLaren. Fernando Alonso se clasificó por primera vez en 2017 para la ronda final de los diez mejores (Q3). Alborozo en el garaje anglo-japonés y gritos de los discretos ingenieros nipones de Honda. Han sido el saco de los golpes durante meses por no haber hecho su trabajo y en Barcelona, Alonso fructificó los esfuerzos de todo el equipo. Un paso adelante para una escudería tocada por la fatalidad.

En el sector 2 del circuito catalán, el más revirado, Alonso consiguió mejores tiempos que los Red Bull de Verstappen y Ricciardo y solo fue superado por los Mercedes y los Ferrari.

Caliente el español y enchufados en su equipo, Alonso afrontó la Q3 con renovados bríos, los que ya se creían perdidos en el seno de McLaren-Honda. En su mejor clasificación del 2017, sin un solo pero, el asturiano hizo un solo intento a todo o nada y esta vez salió cara. Consiguió el séptimo puesto, una quimera visto lo visto a hasta ahora con un motor que se rompía cada día y sin haber acabado ninguna carrera. Magnífico Alonso, por detrás de los Mercedes, los Ferrari y los Red Bull, hasta ahora inalcanzables.