Fórmula 1
Alonso, vacaciones entre el quirófano y el simulador
Alonso se quitará las placas de titanio, reconstruirá su dentadura y conducirá muchas horas en el simulador de Enstone para tratar de acostumbrarse al nuevo Alpine
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Iniciar sesiónHa terminado el Mundial de Fórmula 1 y para Fernando Alonso casi se enlazan las fechas y los puntos rojos en la agenda. A mitad de diciembre continúa por Abu Dabi en los test de las nuevas ruedas Pirelli que montarán los coches en 2022. ... Salvo Hamilton, que aplaca su disgusto con un título de ‘Sir’ que ayer le concedió el Príncipe Carlos de Inglaterra, están casi todos los pilotos punteros de la parrilla. A Alonso le espera un periodo de vacaciones en invierno con cierto estrés, a mitad de camino entre el quirófano y el simulador. En la sala de operaciones no solo se le retirarán las dos placas de titanio que le implantaron el pasado febrero después de su accidente de bicicleta en Suiza , sino que le reconstruirán la dentadura. Del quirófano saltará al simulador en la fábrica de Renault en Enstone (Inglaterra). El piloto quiere practicar el máximo de horas posibles en la gigantesca pantalla de la factoría para acostumbrarse al nuevo monoplaza Alpine diseñado para 2022 según la nueva reglamentación. Es la vida continua del ‘Plan’.
Pilotos y escuderías de Fórmula 1 disfrutan de vacaciones en invierno, a temporada superada. Alonso, que ha tenido algunos meses vacíos de contenido en los últimos años, no quiere dejar un detalle a la improvisación toda vez que regresó a la Fórmula 1 por las nuevas normas y restricciones que se van a aplicar a los coches la próxima campaña. Antes de que lleguen la primera tanda de ensayos de pretemporada en Barcelona (23 al 25 de febrero) , el piloto quiere consumir muchas horas en el simulador de Renault en Inglaterra.
Coches no tan lentos
Según cuentan las fuentes que conocen el proceso de elaboración de los nuevos bólidos, estos no serán tan lentos como cabía suponer al haberse reducido la aerodinámica en la reglamentación. Deberían ser coches más pesados y más lentos que los actuales. Voluminosos parece que serán, pero también rápidos. Y por este motivo Alonso no quiere perder un minuto. La puesta en escena del futuro coche no se realiza de hoy para mañana. Conlleva mucho trabajo en la sombra.
En plena temporada y para cada fin de semana de carreras, en Renault realizan 65 configuraciones distintas del coche para tratar de ganar un par de décimas por vuelta. En la fábrica de Alpine (Renault) en la localidad cercana a Oxford trabajan 680 personas en el chasis con un único objetivo: hacer que el bólido sea veloz. Parecido número de empleados laboran en la factoría francesa de Viry, donde se construyen los motores Renault de Fórmula 1. Más de 350 millones de presupuesto tenía la escudería hace un par de temporadas y eso no se tradujo en un coche puntero, sino en uno de mitad de tabla.
Cuando Alonso regresó este año a la fábrica de Enstone la encontró muy cambiada respecto a sus anteriores etapas en la escudería (2002 a 2006, y 2008 a 2009). Cyril Abiteboul, el antiguo patrón del equipo, invirtió mucho dinero en remozar la vieja sede la marca francesa. Uno de los recursos que mejoró sustancialmente fue el simulador. La nave donde se ubica es la estrella de la instalación. Una imponente estancia con decenas de pantallas y una mastodóntica PlayStation reproducen a tamaño real un coche de Fórmula 1 con sus neumáticos imaginarios recorriendo circuitos virtuales que simulan los trazados reales del calendario de carreras. Unos ocho metros de proyector al que acuden los pilotos para experimentar la sensación de conducir en Mónaco, Montmeló o Singapur sin salir de un pueblo de Gran Bretaña.
La función del trabajo en el simulador con un monoplaza totalmente reformado es todavía más importante, tanto para conocer los niveles de agarre al asfalto , como los automatismos correspondientes. Habrá pocas sesiones de entrenamientos en circuito durante la pretemporada, tres días en Barcelona en febrero y tres días en marzo en Bahréin, y Alonso no quiere que le pase lo de este año, cuando sintió algún déficit en la conducción y de hábito al Alpine por haber entrenado poco en la pista.
Satisfecho del rendimiento
El piloto ha acabado satisfecho de su regreso a la Fórmula 1. Ha completado un año muy sólido, en el que ha puntuado en 15 de las 22 carreras que ha disputado. Y se ha impuesto a su compañero de equipo, Esteban Ocon, al que considera un talento y con el que mantiene una buena relación. Desde la carrera de Bakú (sexto) y, sobre todo, después del verano, el ovetense se ha sentido mucho más confortable en el volante del Alpine.
Y en ningún momento ha sentido el peso de la edad (40 años) como un hándicap. Fernando Alonso ha coincidido con el padre de Verstappen, Jos, en el Mundial. Durante las temporadas 2001 (la primera del español en la Fórmula 1) y 2003, el español compitió contra el progenitor del actual campeón del mundo, que corrió en Arrows (2001) y Minardi (2003). Max Verstappen, proyecto de campeón infantil por entonces, siempre se pedía el coche de Alonso en los videojuegos. Los bólidos actuales no requieren tanto esfuerzo físico como los que había en 2004 o 2005 y por eso Alonso, un tenaz deportista que se machaca en el gimnasio o con la bici, no observa una preocupación especial en este sentido. Su primera misión es activar el ‘Plan’ de su futurible tercer título.
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