Hamilton hace lo que quiere

Raikkonen se quedó parado en la salida por exceso de nervios. A sus años. Los pilotos tienen que hacer todo ellos en la largada, sin ayuda electrónicas, y el finlandés no reaccionó desde la segunda posición en la parrilla. Salió último y anuló la disputa que se anunciaba entre los Ferrari y Hamilton.

Salieron fantástico los McLaren. Es lo mejor que hacen los coches grises. Una estampida un fin de semana tras otro que se queda en nada porque luego no tienen velocidad para exprimirse en las rectas. El motor Honda no va . Y tanto Alonso como Button recularon hacia su posición en este campeonato: penúltimos, justo delante de los Manor.

Hamilton dobló a Alonso en la vuelta 24 y propagó su monólogo por encima del calor de los tifossi, de la leyenda de Monza y de todos los componentes sensitivos. La Fórmula 1 no entiende de estas cosas tan comunes a otros deportes. Los coches corren o no y los pilotos marcan diferencias cuando las condicioknes son similares. No así.

Carlos Sainz empezó con una penalización, pero remontó notable hasta la undécima posición. Fin a la secuencia negra de cuatro abandonos. Roberto Merhi casi se lleva por delante a Raikkonen en una entrada al pit. Acabó último esta vez, por detrás de su compañero Stevens.