Pogacar gana su primer Giro y va directo a la grandeza

«Estamos hablando de Supermán», lo define su compañero y fiel colaborador Rafal Majka, 34 años. «Es un capitán increíble».

Pogacar va recogiendo elogios a medida que su talla y su palmarés crecen. Parece que practica otro deporte en comparación con sus adversarios, que ni siquiera le han planteado batalla. El Giro ha sido la ley de Pogacar, de principio a fin.

El colombiano Dani Martínez, a 9 min. y 56 seg., y el galés Geraint Thomas, a 10:24, han sido espectadores de las exhibiciones del esloveno, imposible pelear con alguien tan superior que ya luce en su hoja de servicios dos Tour de Francia (2020 y 2021), un Tour de Flandes, dos Lieja y tres Giros de Lombardía.

«La etapa del Grappa me ha permitido terminar el Giro con una mentalidad vencedora, en vista del próximo objetivo que tengo en la cabeza», dice Pogacar, cuyo desafío en el Tour parece hoy más próximo sin la rehabilitación total de Vingegaard tras la caída en el País Vasco y el debut sin conocimiento de la carrera de Remco Evenepoel.

Como no ha sido posible poner en el espejo a Pogacar con sus rivales en el Giro, se le compara con la historia, con los más grandes, con Eddy Merckx. El belga conquistó el Giro de 1973 en rosa del primero al último día. Historia es Alfredo Binda, apodado la Gioconda por su elegancia y sonrisa permanente, quien ganó cinco veces el Giro y en dos ediciones se llevó seis etapas (1928 y 1933).

Historia es Marco Pantani, el último ciclista que ha hecho doblete en el Giro y el Tour en la misma temporada, hace ya 26 años. Aquel Tour 1998 donde murieron los Reyes Magos en el ciclismo con el escándalo de dopaje del Festina.

Pogacar va directo a la grandeza, a ese escalafón de los elegidos que antes lograron el Giro y el Tour en el mismo año: Fausto Coppi (1949 y 1952), Jacques Anquetil (1954), Eddy Merckx (1970, 1972 y 1974), Bernard Hinault (1982 y 1985), Stephen Roche (1987), Miguel Induráin (1992 y 1993) y Marco Pantani (1998).