Ciclismo
Jasper Philipsen gana en un esprint masivo la primera y accidentada etapa del Tour
Tour de Francia 2025
La inauguración del Tour registra abanicos peligrosos y se cobra algunas diferencias relevantes, además de abandonos primerizos por caídas
Pogacar contra la historia

En Lille, cerca de la frontera con Bélgica, 31 años después de la última vez que la capital de la Alta Francia acogió el comienzo de la carrera ciclista más importante del mundo, la primera etapa del Tour de Francia respondió al pronóstico unánime ... y entregó el 'maillot' amarillo a Jasper Philipsen, velocista del equipo Alpecin. Segundo en el 'sprint' (sin posibilidades reales de victoria) fue el ciclista eritreo Biniam Girmay.
No fue, sin embargo, un día de trámite. Salpicada de repechos y con tres puertos de cuarta categoría, la etapa considerada llana de 185 kilómetros terminó siendo muy dura y se cobró ya las primeras víctimas (y prestigiosas) de la prueba más dura del calendario anual: Filippo Ganna y Stefan Bissegger tuvieron que abandonar la carrera en su primer día por sendas caídas.
La amenaza de abanicos por vientos fuertes y el perfil repechoso de la ruta produjeron momentos de nervios en ciclistas relevantes como Simon Yates (el vencedor del último Giro) por un pinchazo, o Lenny Martínez (uno de los protagonistas del primer tercio de esta temporada), que bregó para reintegrarse en el pelotón después de perder contacto con el grupo principal.
Los ciclistas rodaron a una media superior a los 45 kilómetros por hora y llegaron a la meta en diversos grupos, estableciéndose las primeras diferencias inesperadas entre los favoritos. El momento decisivo surgió a 20 kilómetros del final, cuando el viento y la ambición del equipo Visma provocaron un abanico que acabó dividiendo al pelotón en grupos y obligó a los favoritos a luchar por no quedarse cortados, generando las primeras tensiones en una carrera de resistencia que no siempre ofrece interés en sus primeras etapas llanas. Remco Evenepoel, Primoz Roglic y Carlos Rodríguez fueron los principales perjudicados del caos final: perdieron cuarenta segundos en meta junto con estrellas como Almeida, Lipowitz o Van Aert.
Es la novena victoria de Philipsen en el Tour: desde Alexander Kristoff (2020, en Niza) ningún velocista se vestía de amarillo en la jornada inaugural del Tour. Fabulosa labor la de su equipo para asegurar el éxito en el lance final de una etapa que satisfizo la expectativa de la afición. También mostró buenas maneras el único equipo español presente (Movistar), cuyo líder (Enric Mas) se mantuvo siempre en los grupos de cabeza, bien apoyado por sus compañeros.
La larga etapa de este domingo, entre Lauwin-Planque-Boulogne-Sur-Mer (209 kilómetros), presenta el mismo perfil engañosamente sencillo y potencialmente diabólico de puertos y repechos que pretende aportar pimienta a la primera parte de la prueba francés, antes de que lleguen sus puertos legendarios de alta montaña. Diez etapas diseñadas, como reconoce el propio director del Tour, para permitir sorpresas y tratar de asegurar la emoción hasta el final de la prueba ante la supremacía de Tadej Pogacar en su misión de conquistar su cuarta victoria.
Por lo visto el primer día, el Visma de su máximo rival (Jonas Vingegaard) ha llegado a Francia con máxima ambición y confianza. El esloveno y el danés han competido cuatro veces hasta ahora en esta prueba, con dos victorias para cada uno. En las casas de apuestas gana el primero, tras la exhibición de 'Pogi' en el Critérium del Dauphiné Liberé de hace un mes. Pero cinco semanas son mucho tiempo en ciclismo, y quedan 22 días hasta la meta final de Montmartre en París.
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