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Tour de Francia

La caída sin fin de Landa

Los accidentes han marcado la carrera intermitente del ciclista español, que casi nunca puede desplegar su talento en las grandes rondas

J. Gómez Peña

«Fue un ‘shock’. Estaba de pie y de pronto me encontré ya en el suelo y entre la gente. Afortunadamente, no tengo consecuencias físicas». Así resumió Mikel Landa su desgracia. El parpadeo que dura una caída. No se despega de esa palabra resbaladiza. Los ... ciclistas cada vez patinan más. Froome y Dumoulin quedaron tachados de este Tour por accidentes previos a la carrera . El alavés había evitado todos los baches de esta edición. Cruzaba los dedos para llegar intacto a la primera jornada de descanso y comenzar a pensar en los Pirineos, su escenario preferido. En un chasquido, todo se oscureció. Así discurre su carrera, entre fogonazos y apagones. Con ataques a la antigua en etapas de montaña y tropezones que le impiden tocar el techo que tiene. Landa, que mientras pedalea en el Movistar levanta la Fundación Euskadi para devolverla a la élite del ciclismo, no puede disfrutar de su deporte por culpa de las caídas . Lleva dos años de vuelta de un accidente tras otro.

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