Baloncesto
Luka Doncic, el niño prodigio vuelve a casa: «El Madrid me dio la vida»
El esloveno aterriza en Madrid como ídolo mundial para medirse con los Dallas Mavericks al equipo de sus amores
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Iniciar sesiónTras cinco años y casi cuatro meses, el profeta, el niño prodigio por antonomasia, Luka Doncic, volverá a pisar el parquet del WiZink Center. Se fue como una de las mayores promesas del baloncesto europeo de siempre y, aunque resulte sorprendente, retorna con las ... expectativas pulverizadas, convertido en astro mundial, uno de los jugadores más memorables de la NBA actual y, por supuesto, como líder de los Dallas Mavericks, que se medirán hoy (20.45 horas, Movistar Plus) al Real Madrid en uno de los partidos amistosos que programa la competición norteamericana por el mundo adelante.
Desprende madridismo el esloveno por los cuatro costados, recibido ayer como una deidad en la Puerta del Sol, arropado por calibres pesados como la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, o el encargado de relaciones institucionales del club blanco, Emilio Butrageño. «Va a ser un día muy especial para mí, habrá muchas emociones. Sé lo que significa el Real Madrid y Madrid para mí. Madrid es mi casa, el Madrid me dio la vida, estoy muy emocionado de poder estar de vuelta», aseguró el balcánico tras ser nombrado embajador de la capital española en la NBA.
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Podría tratarse de mera palabrería, pues muchos jugadores arriman el hombro por protocolo, pero Doncic, desde que abandonó el Madrid para jugar en la NBA, no ha desaprovechado ni una oportunidad para recordar que su corazón sangra en blanco. «¡Increíble, increíble! ¡Hala Madrid y nada más!», escribió en sus redes cuando, el pasado mayo, los de Chus Mateo se proclamaron campeones de la Euroliga. Incluso dos meses antes, en marzo, tras una derrota ante los Philadelphia 76ers, se paró expresamente para firmar una bandera del Real Madrid que sujetaba un aficionado.
Leyenda del Madrid
La afición blanca está loca con Doncic, su cara aparece por doquier, ya sea en la entrada de la parada de metro de Nuevos Ministerios o en el parque Agustín Rodríguez Sahagún, en el barrio de El Pilar, donde los Mavericks, acompañados del alcalde José Luis Martínez-Almeida, inauguraron ayer unas nuevas canchas de baloncesto. No es para menos la expectación, pues el base dejó una huella imborrable en el Madrid, «Uno de los nuestros», como suele recordar Juanma Iturriaga.
Doncic llegó al Real Madrid con 12 años (ahora tiene 24), un niño flacucho y con una sonrisa siempre que las yemas de sus dedos tocaban un balón. Un año después de su debut en las categorías inferiores, en 2013, ganó la Minicopa y, la temporada siguiente, la Euroliga Júnior. Solo tenía 16 años. Aunque se planteó volver a Eslovenia, como todo niño normal que vive alejado de su familia, el destino le tenía preparado un camino mucho más glorioso.
Su impacto fue tan brutal que a Pablo Laso no le tembló el pulso al hacerle debutar unos meses después, el 30 de abril de 2015, ante el Unicaja de Málaga. Recibió su primer balón como madridista nada más salir, en la esquina, y el resultado fue un espectacular triple. Desde ese momento, su progresión fue imparable. MVP de la ACB, MVP de la Euroliga y uno de los diamantes más codiciados por los Estados Unidos. Y todo ello con la pubertad sobre su rostro.
Back home 🏡
— NBA (@NBA) October 9, 2023
Luka Doncic takes a walk through his old stomping grounds in Madrid 🇪🇸
📅 Real Madrid-Mavs || Oct. 10 || 2:45pm/et || NBA TV pic.twitter.com/plI3TtTpZU
Era muy extraño ver cómo un crío destrozaba a los mejores equipos de Europa, una sensación que hacía que el WiZink enloqueciese, dementes las gradas cuando el niño prodigio ejecutaba alguna de sus diabluras. Un ambiente que hoy, el recinto madrileño, volverá a degustar.
Doncic vuelve a casa como uno de los jugadores más dominantes del mundo, astro de unos Mavericks que se desviven para montar un equipo con el que pueda proclamarse campeón. Un caudillo que, durante unos segundos, volverá a ser un chaval flaco de 12 años.
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