Baloncesto
España celebra el pase a los Juegos con una gran remontada ante Hungría
La selección, que supo que tenía el billete olímpico antes de salir a la pista, levantó una desventaja de 22 puntos en el tercer cuarto (73-72)
Budismo, lobos y 20 asistencias contra el Asvel
Etxarri, durante el partido ante Hungría
Sonríe España con su clasificación para los Juegos de París antes incluso de salir a la pista, con el triunfo de Japón sobre Canadá que las presenta en su sexta cita olímpica. Y lo celebró con un partidazo ante Hungría en un preolímpico ... en el que reaccionó y se levantó de una desventaja de 22 puntos a finales del tercer cuarto.
Comenzaba con ánimos España, pero se activaron las húngaras tras un tempranero tiempo muerto de su entrenador, Norbert Székely, y el aliento de la grada local. Y no fueron Bernadett Hatar (2'08) y Dorka Juhasz (1'92) las que más complicaron esos primeros minutos, sino húngaras las que más complicaron las jugadas, sino una activísima Reka Dombai y una férrea defensa que dejaba muy fuera de posición a las españolas para lanzar.
«Estamos blanditas acabando. Hay que estar más agresivas, más duras o vamos a acabar tirando desde la grada porque cada vez estamos más atrás», espoleaba Miguel Méndez, mensaje que repetía desde la banda pero no calaba en los brazos de las jugadoras. Es verdad que el encuentro no entrañaba tanta tensión en las españolas que en las húngaras, que se jugaban otro billete, y quizá por eso no se mostró la chispa suficiente ni la efectividad necesaria (26 % en tiros de dos) para convertir en fiesta el pase a París.
Apenas fueron ocho puntos en el segundo cuarto, sin posibilidad de tiros limpios y demasiadas pérdidas de balón en un choque muy físico en el que faltaron piernas y energía. En cambio, Studer se hinchaba a encestar desde cualquier posición de la cancha y eran 19 puntos de desventaja al descanso (27-46).
Era un España desdibujada, con porcentajes demasiado bajos incluso para el buen trabajo de Hungría. Una mejora defensiva permitió que las españolas ralentizaran el acierto húngaro, poniendo el límite de la renta en 22 puntos por debajo en el tercer cuarto.
A partir de ahí, el orgullo. En el cuarto cuarto, el gen competitivo y María Conde ofrecieron la guía para que la selección firmara una remontada de campeona: anulada esta vez una cada vez más nerviosa Hungría, que se jugaba el billete olímpico, y un parcial de 11-0 para un final todo lo reñido que no había sido el resto del encuentro.
España tiene herramientas para asomar entre las grandes, basta ese último cuarto de cierre en defensa, efectividad en los brazos, fluidez en el ataque, tensión competitiva y una Maite Cazorla estupenda (16 puntos). Se despertaba de un mal sueño y demasiadas pérdidas con cada vez más destellos, robos y lanzamientos, con la calma de saberse clasificada, pero con las ganas de terminar este preolímpico con las mejores sensaciones posibles. Porque se cayó ante Japón y se sumó una victoria muy sufrida ante Canadá (que se clasifica para París 2024 por el triunfo español), y hay un segundo triunfo también muy trabajado, pero que siempre sabe bien.
Hay tiempo para replantear la estrategia y trabajar en que no se repitan los inicios densos de torneo, pues París no dará espacio ni tiempo para rehacerse de los atascos. Lo importante, sin duda, es ese billete ya sellado para que la selección esté en su sexta cita olímpica. Fue un quinto puesto en Barcelona 92, un sexto en Atenas 2004, un quinto en Pekín 2008, plata en Río 2016 y otro sexto lugar en Tokio 2020. Y ahora, a afilar el hambre de podio.
Ver comentarios