Una brutal pelea entre jugadores obliga a suspender el Real Madrid - Partizan

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Emilio V. Escudero

Los blancos, superados de nuevo por un gran Partizan, vieron cómo los árbitros daban por finalizado el encuentro a 1:40 del final tras una tángana provocada por Llull

Llovían los puñetazos, los empujones y los golpes. Deck se llevó por delante a Exum, mientras Lessort hacía lo propio con Musa. De repente había 50 personas en la pista tratando de apagar la mecha y de avivarla al mismo tiempo.

Yabusele, como si fuera un luchador de lucha libre elevó por los aires a un rival y Punter repartía a todo lo que se movía. Era una imagen lamentable que se prolongó durante un minuto largo.

Calmados los ánimos, con la Policía en la pista, los árbitros se lanzaron al monitor en busca de impartir justicia. Se pegaron un cuarto de hora largo mirando la repetición y de repente, cuando iban a empezar a expulsar a los jugadores implicados, llamaron a los dos entrenadores, les explicaron algo y dieron por finalizado el encuentro. En el posterior comunicado de la Euroliga, se señaló que al haber participado todos en la pelea, los jugadores estaban expulsados y que no había el mínimo de dos por equipo para poder continuar con el encuentro.

El público no daba crédito, pero la tomó con los jugadores del Partizan, que respondieron con gestos de menosprecio a la grada. Besos de soberbia de Punter y Lessort hacia los aficionados.

Habrá que ver ahora en qué queda todo, porque el martes hay otro partido y a las bajas por lesión el Madrid podría sumar alguna más por sanción. La Euroliga anunció de madrugada que este viernes analizaría el caso e impondría los castigos oportunos.