El día que Petrovic escupió en la cara a Fernando Martín

Hace apenas unos días se cumplían 25 años de la Copa de Europa lograda por el Madrid en 1995 . La copa de Sabonis, una de las más ansiadas por el club, que llevaba desde 1980 sin alzar ese trofeo. Buena parte de la culpa de esa sequía había sido de Drazen Petrovic, que una década antes se había convertido en el enemigo número uno del vestuario del Real Madrid.

La primera vez que los blancos se enfrentaron a Petrovic con la Cibona fue en la temporada 1884/85, en su regreso a la Copa de Europa tras un año sin ganar la Liga. Durante la liguilla de semifinales, que daba acceso a la lucha por el título, los blancos visitaron una cancha repleta y con un ambiente enconado en contra del Madrid.

Enfrente, los dos hermanos Petrovic, aunque el que más destacó fue Drazen, autor de 44 puntos en el duelo que los blancos perdieron (99-90) y en el que pasó de todo, como puede verse en las imágenes del partido . Insultos, monedas llovidas de la grada, golpes en la cancha y bula arbitral. Una encerrona total de la que los blancos se defendieron como pudieron.

Al terminar el encuentro, Fernando Martín fue a dar la mano a Petrovic para tratar de sellar la paz. Lo que pasa en la cancha se queda en la cancha. Pero el carácter indomable del genio balcánico, crecido por su actuación y acunado por el público, le llevó a escupir al ídolo madridista. Así lo recuerda Fernando Romay en su libro, «Altísimo», escrito por Jacobo Rivero y publicado por Turpial : «Fue un partido en el que los hermanos Petrovic decidieron jugar hasta el límite con la paciencia del equipo de Lolo Sáinz. Ganó la Cibona y, al terminar el choque, Drazen escupió a Fernando Martín cuando este iba a darle la mano , para después salir disparado como una centella».

Aquel episodio quedó grabado en la memoria de los madridistas. No solo de Fernando Martín , líder absoluto del equipo, sino de todos los demás. Iturriaga, Corbalán, Del Corral o el propio Romay . Todos esperaban cada partido contra la Cibona con ganas de responder en la cancha la insolencia del genio de Sibenik.

De hecho, cuando se anunció el fichaje del croata por el Madrid, en el verano de 1988, algunos no se lo creían. De hecho, se especulaba que su destino podría ser el Barcelona , pues la grada blanca le tenía bastante odio. Como muestra valga el hecho de que en el Mundial 86 los aficionados españoles animaron a la URSS en las semifinales por la poca simpatía que tenían con el entonces jugador yugoslavo.

Cuenta Romay que el día que se hizo oficial el fichaje por el club blanco, tenía previsto un encuentro con un periodista junto a Iturriaga y Fernando Martín. El núcleo duro. Los que más odiaban a Petrovic. « Nos preguntaron que qué nos parecía Petrovic y pensamos que habría hecho algo. 'Es un cabrito', respondimos . 'Pues acaba de ficharlo el Madrid', nos dijo el periodista". Drazen llegó a Barajas y firmó por los blancos. Jugó solo una temporada antes de irse a la NBA y ganó una Copa del Rey y la Recopa.

Aunque le aceptaron en el vestuario, su interés por abandonar el club al verano siguiente no sentó nada bien a algunos jugadores como Fernando Martín, en cuyo interior seguía recordando aquellas peleas de años atrás . Aquel escupitajo que, si el Madrid hubiera tenido en cuenta, no habría permitido a Petrovic jugar nunca de blanco.