El Barça conquista la Liga

No quería el Barcelona regresar a Madrid. Tenía prisa por acabar la temporada y marcharse de vacaciones y lo demostró con una puesta en escena agresiva y contundente. Todo lo contrario que el Real Madrid, falto de intensidad y de acierto. Se desgañitaba Pablo Laso en la banda y en los tiempos muertos. «¡Llevan siete de siete! ¡No les hemos parado! ¿Hemos venido a este show?», les recriminaba el técnico a los suyos, alarmado por las diferencias que se estaba viendo sobre el parqué del Palau Blaugrana. En cuatro minutos y medio, el Barcelona había convertido seis bandejas y la blanda defensa blanca quedaba retratada con las cero faltas personales de su casillero. Si el partido en Madrid sirvió para encumbrar a Higgins, en este segundo encuentro todos querían el protagonismo, empezando por Mirotic y Calathes.

El Barcelona superó al Madrid en defensa, ademas de en acierto. Los blancos sufrieron un apagón ofensivo. Cuatro puntos en cinco minutos y medio. Cada vez que los de Laso levantaban la cabeza para mirar la canasta no veían el aro, sino una anilla de una lata de refresco. Todo lo contrario que el Barcelona, que encontraba huecos, recuperaba balones y le favorecía el rebote. La distancia se iba ampliando y el partido se asemejaba más a un documental de La 2. El leopardo azulgrana tenía acorralado al cansado antílope y nadie esperaba un desenlace diferente al habitual. Y por delante dos cuartos de agonía antes de que el felino, que se relamía y regodeaba, se cobrara la pieza.

«Estamos siendo superados en todo», lamentaba Alberto Abalde al descanso. Viendo el vendaval culé durante la primera parte se antojaba muy complicado que los de Laso pudieran enjugar los 18 puntos de desventaja. «Me gustaría seguir así. Solo pido mantener la misma agresividad y no perder la concentración», respondía Jasikevicius, que estaba a 20 minutos de ganar su primera Liga como entrenador del Barcelona.

Brillaba Mirotic apuntando al MVP, sonreía Gasol, dirigía Calathes, se hacía grande Davies... Solo Tavares salvaba la honra de un Madrid desdibujado en el que el banquillo reflejaba el desánimo mientras Tyus, Taylor y Causeus fallaban hasta los tiros libres. La distancia se iba ampliando en el tercer cuarto, pero el Madrid tiró de orgullo y de escudo. Un mate espectacular de Tyus ante Mirotic (con tiro adicional) abrió un parcial de 0-9. Un chispazo que enseguida se encargaron de apagar Pau Gasol y Calathes, con jugadas de fantasía y dedicatorias a la grada. Nadie se lo quería perder, como Kuric con sus triples para dejar la diferencia en 22 puntos.

Estaba dominando el Barcelona todos los cuartos y todas las facetas del juego. Disfrutaba Laporta en el palco. Seguramente la sección de baloncesto sea la que menos cambios sufra y Jasikevicius conserve la cabeza. Aunque no será por ganarle la Liga y la Copa al Real Madrid. Que se lo digan a Xavi Pascual, que no seguirá tras ganar todos los partidos y todos los títulos con su Barça de balonmano esta temporada. La gran incógnita reside ahora en saber el futuro de Pau Gasol, que pudo haber disputado su último encuentro con la camiseta azulgrana. Un regreso prolífico a la que siempre ha sido su casa, conquistando, por fin, la Liga y la Copa.