Pau Gasol, un pionero americano

Aquella noche, en el Pyramid Arena —un pabellón deportivo con forma de pirámide construido en la orilla del Mississippi— debutó Pau Gasol en la NBA con los Memphis Grizzlies . El catalán, por aquel entonces un tímido gigante aniñado, emulaba a los pioneros ingleses que desembarcaron en la Costa Este cinco siglos atrás. Porque, al margen de la exigua aventura de Fernando Martín, fue Gasol quien abrió el camino a una competición que comenzaba a ceder parte de su pureza norteamemericana.

A Gasol no le movió la persecución religiosa, sino la ambición por jugar en la mejor liga de baloncesto del mundo. Entonces no sospechaba que iba a convertirse en uno de los más aclamados sacerdotes de lo que, al fin y al cabo, es casi una religión para muchos estadounidenses. Aunque las estadísticas dieron lustre a su llegada a puerto: su tercera posición en el draft de 2001 fue entonces la mejor que jamás había alcanzado un jugador no formado en EE.UU.

Pero esa noche, Gasol aún parecía mareado por la travesía. Se esperaba un comienzo deslumbrante y la estrella no brilló. Estuvo desacertado en ataque y defensa, poco agresivo, escaso de iniciativa y falto de anotaciones: solo subió cuatro puntos a su cuenta particular. Perdió además casi todo el primer cuarto, puesto que su entrenador decidió no alinearlo de salida. Para decepción de los 150 españoles que jalearon el desembarco del catalán, los Memphis Grizzlies perdieron contra los Detroit Pistons (80-90) . [Lee en nuestra hemeroteca la crónica del partido] .

No fue Gasol el único desencanto en Memphis en su noche de estreno. Los Grizzlies, que también debutaban en la ciudad de Elvis tras la venta del equipo, fueron para los aficionados un primer soplo de aire tan frío como el de Vancouver, la ciudad que vio nacer a la franquicia en 1995.

Gasol tardó poco en recalentarse. En el cuarto partido de la temporada, firmó una actuación tan brillante como el nombre de su equipo rival —los Phoenix Suns —. Anotó 27 puntos y, más importante, dejó buenas sensaciones en su entrenador, que desde entonces lo mantuvo siempre como titular. Los Grizzlies tardaron más en desagarrotarse. Hasta la temporada 2003-04 no alcanzaron los play-offs, lo que no impidió que ya en 2002, completado su primer año en la NBA, Gasol fuese nombrado novato del año .

Para alcanzar lo más alto de su estrellato, el catalán necesitó emular a otros pioneros: culminando su propia Conquista del Oeste más de un siglo después, recaló en Los Angeles. Pero esa es ya otra historia. La que este 1 de noviembre recordamos es la de la travesía del Atlántico de quien siempre será el gran pionero europeo del baloncesto. El capitán del Mayflower, cuya gesta inspiraría la de nuevos conquistadores como Yao Ming , Darko Milicic y Andrea Bargnani .