Vergüenza en el vestuario azulgrana

El rostro de Pascual en la rueda de prensa reflejaba toda la inmensidad de la derrota . Similar al panorama que él mismo se encontró tras el partido en el vestuario del Barcelona. "Rostros de dolor, decepción. Todo lo que podáis imaginar, multiplicado por diez o por cien", señalaba el técnico, impotente a la hora de explicar las causas de la derrota.

"Es mucho esfuerzo llegar hasta aquí. Pienso que el equipo llegaba bien, pero hemos desaparecido del todo. A veces pasa, no muchas veces. A nosotros no nos pasa nunca o casi nunca. Y nos ha pasado hoy. Nos hemos ido del encuentro. A la vez que ellos iban hacia arriba nosotros fuimos hacia abajo y nos fuimos del partido", reconocía el técnico hundido como nunca.

Pascual lanzó un mensaje a la afición, a la que agradeció su presencia en Milán. "Nunca pensé que nos íbamos a ir del partido de esta manera. Nos duele mucho, de verdad, porque estamos muy comprometidos", señaló.

El capitán azulgrana también hizo autocrítica. "Me siento fatal. Ha sido inexplicable, hemos bajado los brazos en la segunda mitad. Hemos dejado de trabajar y de creer. Además, en la segunda parte, hemos sido un desastre atrás y adelante", señaló Navarro, al que Pascual salvó de la quema por encima de alguno de sus compañeros.

Uno de ellos, Marcelinho Huertas, reconocía que había sentido "vergüenza" por momentos. "Cuando estábamos cuatro o seis puntos abajo, parecían 20. No jugamos de la manera que sabemos, no hemos tenido poder de reacción ni la cabeza fría. Un final con tanta diferencia, si al principio hubiésemos metido esos libres, con una renta más grande podía haber cambiado el guión del partido, pero son muchísimos detalles", concluyó.