Antonio Resines: «No me gusta nada del Atleti»

-Su grado de fanatismo es…

-Moderado. Aprobado alto. Si perdemos, duermo igual.

-Rescáteme algún recuerdo vivido con el Real Madrid. El que le haga más feliz.

-Muchos. La final de la Champions de París, por ejemplo, que fui a verla allí. La que ganamos contra el Valencia. Y la de Glasgow, con el gol de Zidane. Ese día… Ahora ya es otra cosa.

-¿No me diga que se ha hartado de ir a finales?

-Para mí, ese tipo de concentraciones, ya son un coñazo. Dada mi fama extraordinaria (risas), no paro de hacerme fotos y ya es un coñazo de cojones. Prefiero verlo en mi casa, con los amigos.

-Con sinceridad ¿tan malos son los árbitros?

-Como en todos los lados. Creo que ahora está mejor preparados físicamente. Soy partidario absoluto del VAR. Lo de la interpretación en la sala ya es otra historia. Lo que desencadena todo, la entrada a Mbappé, mira que es raro que no vieran la roja.

-¿Insinúa algo?

-Igual hay un punto de vista muy sutil. A mí me gusta el VAR. Por ejemplo, las manos que no se ven de primeras, sirve para corregir esas situaciones. Y hablo en contra nuestra porque a veces eso no nos favorece. Me parece un acierto brutal, esa herramienta que, por cierto, viene del rugby. Pero que lo apliquen bien.

-La que se ha montado por una roja no pitada al Madrid.

-Era roja. El resto, las cartas, los comunicados no sé si sirven para mucho. Bueno, ya hemos visto que no tienen ninguna. Está bien protestar pero no vale de mucho.

-Lo de ahora, es insostenible.

-A mí, que te anulen un gol si hay falta previa, me parece bien. ¿Duran más los partidos? Bueno, pues tampoco pasa nada. Lo que sí es cierto es que el criterio tiene que quedar unificado.

-¿Y qué hacemos con los árbitros de VAR que se equivocan?

-Pues nada, sanción y a tomar por el saco.

-¿Le parece que queda mucho más por explotar del fenómeno Mbappé?

-Está ya a un nivel muy alto. Tiene margen para mejorar, pero ya está a un nivel altísimo. El problema del Madrid, este año, no es ese. Es cómo defendemos. Si hay cuatro delanteros, es muy complicado defender. Porque Bellingham, por mucho que se empeñen, juega delante, sin ser delantero. No queda nadie para resguardarte.

-No sé si estoy preparada para oír que le sobran jugadores.

-Es que yo no creo que se pueda jugar contra determinados equipos con dos centrocampistas. Incluso uno como Ceballos, con tendencia ofensiva. Pero es así y ¿qué haces?

-A Bellingham no lo meta en el mismo saco, que es el único que defiende.

-Él sí defiende pero, a veces, no le da tiempo a volver. Y ¿con tres centrocampistas vas a jugar la Champions? Cuidadín. Acuérdate, el año pasado había cuatro. Uno de ellos, Kroos.

-Pues quíteme a uno de los de delante.

-Es un problema. ¿A Mbappé? ¿A Bellingham?. A Rodrygo, puede. Es un problema de desequilibrio importante porque, aunque marques goles, te los hacen.

-¿Y quién tiene la culpa de eso?

-No quiero culpar a nadie, pero no hay centro del campo. En los partidos gordos podrían defender Vinicius y Rodrygo, y Mbappé pasar más desapercibido en esas tareas. Pero no es como antes. Cristiano o Benzema no defendieron en su vida. Pero tenían cuatro tíos detrás, haciéndolo. La mía es sólo una opinión de aficionado. De hecho, en algunos partidos te basta con lo que tienes. Pero en otros no.

-Situación de emergencia, que diría Ancelotti. Podrían imitar al Barça y tirar de cantera ¿no?

-Pues no sé. En el Barça lo han hecho bien. La mayoría de los chavales tiene entre 17 y 21 años. Es asombroso. Y cinco o seis de ellos, titulares indiscutibles. Casadó, por ejemplo, juega de cojones. Y, además, esos cinco o seis llevan casi 10 años jugando juntos. O Dani Olmo, que le fichas de fuera pero es canterano, también. Algún fundamento tienen para que les salgan así. Eso no pasa en la cantera del Madrid.

-El asunto es ¿y por qué?

-Porque se ha decidido que hay que emplear otro sistema. No me parece mal. Son distintos. No tenemos eso, pero tenemos a Asencio, Brahim, Endrick, que son buenos también.

-Salvo Asencio, y porque no hay más, tienen un rol muy secundario.

-Tengo la impresión de que algunos jugadores son de 90 minutos y otros no, pero en 15 minutos te apañan la vida. Tienes jugadores jóvenes. Camavinga, por ejemplo, o Valverde. A ver ahora, porque lo cierto es que ahora llega lo importante.

-¿Qué van a ganar este año?

-La Liga, la Copa y la Copa de Europa. Y le dejamos la Supercopa al Barça para que se animaran los chavales, que están empezando.

-¿Alguna concesión para el Atleti?

-Nada. Lo que haga el Atleti no me interesa nada. No les veo con capacidad para ganar algo. No me gusta.

-Suele pasar cuando te dan guerra.

-Tengo amigos, pero no me gusta nada del Atleti. Me llevo bien con Cerezo, por aquello del cine, pero nada más.

-Hablando de guerras, ¿nos estamos volviendo más violentos en el fútbol o siempre ha sido igual?

-Esto se soluciona siendo radicales con los radicales. Si los clubes no apoyan a los radicales se acabó el problema. Lo que no puede pasar es lo que sucedió con los de la Real Sociedad, en Roma, o con otros. Eso es un disparate. Da igual que sean de derechas, izquierdas o mediopensionistas. Si no paras a esos tíos, y hay clubes que parecen no tener ninguna intención, no acabas con eso.

-Hacen mucho ruido.

-Hay que mentalizarse que tú puedes animar desaforadamente, incluso absurdamente, pero no puedes faltar al respeto a la gente. Hay quien se pone muy nervioso. Y a esos hay que tenerles muy controlados, que lo están. Pero más.