Ana Peleteiro, en el nombre de Iván Pedroso

Después de pasar por las filas del Barcelona, por el CAR de Madrid, por su tierra gallega en Barbanza, Ana Peleteiro dice haberse estabilizado en Guadalajara, donde se prepara con un excampeón del mundo y olímpico (Pedroso) y una campeona mundial (la venezolana Yulimar Rojas).

Según cuenta Peleteiro, en un año se integrado en el grupo de trabajo de Pedroso en Guadalajara , con el portugués Evora (campeón olímpico), la brasileña Costa y el francés Tamgho. «Iván ha conseguido que vuelva a tener confianza. El último Europeo lo vi en casa llorando. Antes era muy vaga, no tenía fuerza de voluntad. Si había que hacer seis saltos, hacía seis. Pero ahora me quedo, y hago diez o doce».

El jefe cubano tiene fama de ser minucioso y concienzudo con todos los detalles. La alimentación y el peso , por encima de todo –la gallega estaba en 60 kilos y ahora, en 57,5–, pero también los horarios, el entorno de trabajo, los aires acondicionados... Cuentan que no requiere de grandes instalaciones ni lujos, sino de voluntad y sacrificio. «Simplemente, quiero mejorar, aunque sea un centrímetro», dice la atleta, bronce en el último Mundial en sala con un salto de 14,40 metros.

Mechaal, cuarto

A una medalla aspiró durante 10.000 metros Adel Mechaal. No estaba en su mejor año por diversas fatalidades (una lesión de cadera, fiebres, falta de entrenamiento), pero demostró carácter y determinación. Forzó una carrera rápida y la partió a falta de dos vueltas. Seccionó al grupo y se quedó con cuatro, pero en la recta de meta perdió la medalla y quedó cuarto en la victoria del francés Amdouni.