El increíble «Johnny Football» deslumbra a Estados Unidos

Johnny Manziel era un tipo relativamente desconocido el pasado verano. Sufrió en las pruebas de quarterback de la pasada primavera y fue arrestado en junio, involucrado en una pelea en un bar. Johnny, todavía menor de edad, presentó un carné de identidad falso a los agentes y acabó pasando la noche en prisión. Su padre lo tildó entonces de inmaduro.

Manziel se refugió en el campo, se ganó la confianza de su entrenador y ya era el primer un mes más tarde. El código interno del equipo evitó que Manziel hablase sobre su arresto a los medios hasta la semana pasada. «He tenido que hacer grandes cambios en mi vida, fue el mayor error que he cometido y he aprendido mucho de ello», dijo.

Incluso arrancada la temporada, Manziel era casi un desconocido, apenas su nombre resonaba en las tertulias de «football» en Texas. Hasta que en su cuarto partido, frente a Arkansas, rompió el récord conseguido en 1969 por Archie Manning , padre de Peyton y Eli, al completar 557 yardas en un solo partido, cifra que superó en otras 10 yardas dos encuentros más tarde.

Ahí arrancó el fenómeno de «Johnny Football» , como se conoce popularmente a Manziel, ayudado por la viralización de sus gestas a través de YouTube que le presentaban como un quarterback imparable, buena muñeca para pasar (30 pases de 36 enlazó ante Mississippi State) y, sobre todo, una carrera explosiva que rompía a cualquier defensa. «Es un personaje de videojuego», describe Manti Te’o, linebacker de Notre Dame y segundo en la votación al Heisman.

Manziel tiró otra barrera en el trofeo Heismann, desvelado este sábado, como primer novato en convertirse en el mejor jugador universitario de la temporada, un premio hasta ahora reservado para los veteranos. Alguno estuvo cerca de conseguirlo, como Michael Vick , al que muchos comparan con Manziel, pero el de Texas fue el primero en conseguirlo, un regalo a los 20 años que cumplió el jueves.

«Es un momento que en el que he soñado desde que era un niño, cuando jugaba con mi padre en el jardín de casa», explicó emocionado Manziel al recibir un premio que en los dos últimos años han levantado Cam Newton y Robert Griffin III , ahora lesionado, dos de las estrellas del presente curso en la NFL.

Imposible no hablar de un futuro prometedor para Manziel, si consigue esquivar las lesiones y mantiene su progresión. El presente, eso sí, se limita al deporte. Los patrocinadores y la lluvia de millones tendrán que esperar, al menos, hasta que pueda ser elegido en el draft de 2014.