Jonathan Fabián y Juan Martos se coronan como campeones mundiales de muay thai y K1 en Getafe

El ambiente de lucha vivido en el pabellón getafense fue inmejorable, a tenor de la atmósfera creada por los aficionados que acudieron en masa a apoyar a los peleadores nacionales. La música guerrera que adornó los prolegómenos de la velada vaticinaba grandes batallas, exactamente 10 amateur y 4 profesionales en las disciplinas de K1 y muay thai. «El polideportivo Aristos es un pabellón grande, tenemos muy buena relación con el Ayuntamiento y con la directiva de la instalación», explicaba Ricobaldi sobre el cuartel general de los combates, en el que reinó la deportividad y el respeto de todos y cada uno de los asistentes y los gladiadores que se subieron al cuadrilátero.

Y en este cálido entorno dos peleadores españoles triunfaron en la noche getafense: el madrileño Jonathan Fabián , que venció a los puntos a Jairon Ortega, consiguiendo coronarse como campeón mundial IMTF en 63,5 kilos y el veterano Juan Martos , que también conquistó el cetro mundial en la disciplina de K1 en 63,5 frente al portugués Nuno Furtado tras la decisión de los jueces.

Fabián se plantó entre las dieciséis cuerdas muy concentrado, en una pelea que estaba pactada a cinco asaltos. Y, si bien, los dos primeros fueron de intercambio intenso e igualado, en el tercero el madrileño marcó la diferencia tumbando en dos ocasiones al portugués con sendos bombazos al cuerpo , lo que provocó que el referí comenzase dos cuentas. Ortega consiguió reponerse en las rondas finales, sin embargo, ya no le daría tiempo a dar la vuelta a la batalla, que le sirvió a Fabián para proclamarse campeón planetario. «Muchas gracias a Luis Ochoa por permitirme pelear por este cinturón y a todos por apoyarme», dijo el madrileño tras abrocharse el título.

Por su parte, Juan Martos comenzó el combate con bastante agresividad, lanzando buenas piernas al portugués. Y, en el segundo asalto, consiguió conectar una gran mano que tumbó a Furtado, logrando una cuenta por parte del árbitro, aunque no tardó en reponerse. El portugués siguió luchando con garra, pero Martos, muy bien posicionado en el ring, no le permitió remontar la pelea en los dos últimos asaltos, con la que se aupó a la cima del K1 , al convertirse en campeón planetario.

La parte más decepcionante de la participación española en Invencibles VIII llegó con las rápidas derrotas de dos de los favoritos de la afición en sendas peleas por el cinturón mundial de muay thai y K1: el hispanoecuatoriano Álvaro Araújo y el madrileño Davicillo Lahm . El primero cayó derrotado frente a Diogo Silva por un duro nocaut. En uno de los primeros intercambios Araújo recibió una mano potente que le tumbó y, aunque se recuperó, ya estaba un poco fuera de la pelea. Poco más tarde, Silva sacó una combinación cerrada con una patada a la cabeza de Araújo que entró como un martillo pilón y dejó al hispanoecuatoriano fuera del combate. Menos tiempo duró la batalla de Davicillo que en el segundo intercambio de metralla del primer asalto fue noqueado con un croché de izquierdas del portugués Federico Cordeiro. Sea como fuere, y resultados aparte, se volvió a vivir un fiesta deportiva en la que triunfaron los deportes de contacto en la Comunidad de Madrid.