Inglaterra no renuncia al Seis Naciones

La certificación de este cambio de actitud en Twickenham se vio desde el comienzo, cuando Eddie Jones decidió tirar de delantera para presionar a los verdes en su propio campo. Con velocidad, habilidad y un poco de suerte en los botes, en el minuto 24 ya llevaba dos ensayos ( Ford y Daly ) con sus conversiones de Owen Farrell (14-0) , lo que le permitió jugar con una cierta comodidad. Una nueva patada de Owen a un minuto del descanso dejó el parcial en (17-0) en el intermedio y a los de la isla esmeralda completamente abrumados.

No obstante, los discípulos de Andy Farrell (el padre del pateador inglés es ahora el entrenador del equipo rival) cambiaron su actitud y empezaron a apretar a la defensa rival, que se mostraba impenetrable. Los locales aguantaban los embates una y otra vez con rudeza, pero tanto fue el cántaro a la fuente que Henshaw ensayó sus primeros puntos (17-5) . Mas, lejos de ponerse nerviosos, ese traspié hizo que los ingleses recuperasen su alegría inicial y que volviese a tirar de la fortaleza de su delantera. Otra marca de Dickie convertida por Farrell (24-5) dejó el partido resuleto a falta de ocho minutos. No obstante, Porter y Cooney se encargaron de maquillarlo en el tiempo de descuento para llegar al definitivo (24-12) .