Una remontada y un clásico volcánico valen los dos últimos billetes a semifinales

Con cartageneros y madrileños ya instalados en la siguiente ronda, este viernes la clasificación la obtuvieron el Levante y el Barcelona y aunque no hubo que agotar los partidos para resolver las eliminatorias tampoco faltó la emoción en la imponente pista del WiZink Center . Los levantinistas tuvieron que remontar y sufrieron en los últimos compases de su partido para aguantar el 2-1, mientras que el clásico entre catalanes y murcianos se resolvió en una apasionante tanda de penaltis.

El primer partido, entre el Levante y el Fútbol Emotion Zaragoza , empezó fuerte, con un tiro de Pedro Toro al palo de la portería maña a los once segundos y una parada salvadora de Fede en la otra antes de que se cumpliese el minuto. Frente a lo que los equipos tardaron en soltarse en la jornada inaugural, en esta los protagonistas pusieron sobre el parqué la ambición y la velocidad máximas desde el saque inicial .

Tras un inicio fulgurante, el Levante, gran favorito del choque por su trayectoria en la liga y por la de su rival, octavo y último clasificado para la Copa, comenzó a encontrar dificultades para armar su juego. Todo lo contrario que Zaragoza, cuyos jugadores se movían cómodos por la pista. Tanto que fueron los que se adelantaron en el marcador por medio de Dian Luka .

Aún espeso, tuvo que recurrir a una contra el conjunto levantinista para empatar el choque, por medio de Marc Tolrá . Y ahí, a partir del gol, ya empezó a crear peligro con cierta continuidad. Esto no achantó al Zaragoza, pero contener a jugadores de la calidad de Roger Serrano no siempre es posible y una gran acción del catalán la remachó certero Rafa Usín para el 2-1. Pese a los titubeos previos, Levante se puso en ventaja antes del descanso.

La segunda parte fue de infructuoso dominio aragonés, pues el Levante, cómodo en sus labores defensivas, no permitió muchas alegrías a los de David Marín y le bastó con tirar peligrosas contras y adelantar por momentos su presión para mantener cierta sensación de peligro. Así, el ritmo del juego se resintió notablemente.

Zaragoza agotó sus opciones, primero con el indomable Juan Carlos en el pívot y con el veterano Retamar reclamando el empuje de la grada, y después, a falta de cuatro y medio para el final, con el portero-jugador. Esta medida sí les dio resultados, pues generaron varias ocasiones claras, pero los de Diego Ríos aguantaron con un sensacional Fede en la portería .

El segundo partido de la jornada y último de cuartos de final fue todo un clásico entre el Barcelona y ElPozo Murcia , los dos equipos que protagonizaron la última final de la Champions, con final feliz entonces para los azulgranas.

El partido no tardó ni 30 segundos en desnivelarse, pues el barcelonista Dyego taponó y mandó a la red un intento de despeje de Darío . Pero la alegría le duró poco a los culés porque Fernando en el minuto 3 empató tras una gran jugada personal en banda.

Ese vértigo inicial se alargó muchos minutos. En el minuto 8 una salida de Juanjo acabó con el portero ciezano expulsado y el segundo gol del Barça . Los árbitros no señalaron nada inicialmente pero Andreu Plaza, técnico azulgrana, reclamó la revisión en vídeo y el meta acabó viendo la roja por haber tocado la pelota con la mano fuera del área. El gol llegó en el lanzamiento de la falta, obra de Ferrao . Pudo empatar casi de inmediato ElPozo, pero Pol Pacheco no acertó a remachar una rápida transición en el segundo palo.

El empate llegó en un balón suelto tras un saque de esquina de ElPozo, que cayó a los pies de Alberto y éste no desperdició. Había sobrevivido antes el conjunto de Diego Giustozzi a varias contras mortales del Barça y conseguía plantarse con 2-2 en el descanso con sus opciones intactas.

Despues de varios golpes cruzados, Ferrao adelantó por tercera vez a los azulgranas. El gol y un posible penalti en el área del Barça que se revisó en el monitor pero no se mostró por los marcadores enervaron a los murcianos. Su indignación se tradujo en varios minutos de precipitación y e imprecisiones.

La iniciativa pasó a ser totalmente de ElPozo, que se volcó sobre la portería de Didac en un esfuerzo que enjauló al Barça en su campo y arrancó los aplausos del WiZink Center en varias ocasiones . El último empujón para lograr el empate fue el portero-jugador de Giustozzi, que se tradujo en el gol de Marcel. No contento con eso el técnico argentino, valiente, lo mantuvo los siguientes minutos. Y contestó con la misma moneda Andreu Plaza. A ninguno de los dos le funcionó de ahí al final, provocando un desenlace en los penaltis.

En la tanda la puntería del Barça fue mayor que la de ElPozo , valiendo finalmente el pase a las semifinales.