La Copa de España arranca con fuerza: del 'castigador' Andresito al alivio de una tanda de penaltis

En la edición de 2021, que vuelve a Madrid tras el éxito de la de 2018, las gradas se ven tristes , resuena el eco de los cánticos de los pocos aficionados que han podido acudir a la cita, e incluso el volumen de la música tiene que reducirse para no atronar en la grada. Pero el espectáculo de la pista sigue tan vigente como siempre .

El Jimbee Cartagena venció al Viña Albali Valdepeñas (2-1) en el arranque del torneo con un golazo sobre la bocina de Andresito, gran héroe cartagenero gracias a sus dos tantos, mientras que en el segundo partido del jueves entre el Palma Futsal y el Movistar Inter, un clásico de las últimas Copas, hubo que llegar a la tanda de penaltis después de que los insulares lograsen remontar un 0-3 de los madrileños.

En el primer cuarto de final se notaron la tensión de la puesta de largo, los nervios por caer eliminado en el primer partido del torneo y también esa frialdad del WiZink Center, frenaron de inicio el ritmo de un prometedor duelo entre los cartageneros, uno de los animadores de la liga, y los manchegos , que se presentaban al torneo como subcampeones. Finalmente, tras varios minutos de puesta a punto, hechos ya a la pista y al escenario, tanto Cartagena como Valdepeñas demostraron todas las virtudes que hacían de eliminatoria la más ilusionante de la primera ronda del torneo.

Los alicientes eran muchos. Sobre la pista iban a encontarse Mellado, la más deslumbrante promesa del fútbol sala español, un artista negando la pelota a sus rivales; Andresito o Sergio González, dos realidades que ya se han enfundado la camiseta de la selección, el cañón de Chino, el descaro de Dani Santos o la calidad de genios como Catela o Lucao. Y manejando los hilos desde los banquillos, dos de los técnicos con más recursos de la liga, Duda y David Ramos.

Aunque si estos tenían algún plan para el partido seguramente se vino abajo con el tempranero gol de Matheus Preá, que anotó pese a que Jimbee saltó a la pista dominante. El gol dio confianza a Valdepeñas, que pudo ampliar la renta en algún desajuste rival, pero con el avance del primer acto los cartageneros acabaron volcados en la portería del portugués Edu Sousa , salvador para los suyos. Y cuando no llegó al balón, en la última acción del primer tiempo, apareció el palo para rechazar el chutazo de Marinovic.

Perdonó Sergio el 0-2 tras el descanso y Andresito castigó el error anotando el empate en la siguiente jugada. Estaba claro que el ritmo definitivamente había mutado y el partido era otro. Hasta Chemi, portero del Jimbee, se atrevía a lanzarse sin red contra la portería de su colega Edu. Se palpaba ya lo que había en juego y las cositas que pasaban sobre la pista eran cada vez más trascendentes. Hubo paradones, alternativas, jugadas polémicas y, por supuesto, mucha tensión. Parecía que ninguno lograría deshacer el empate antes del final, pero en fútbol sala todo puede pasar antes de que suene la bocina . Y así fue, con la particularidad de que se repitió exactamente el guión del inicio de la segunda mitad: Sergio perdonó a seis segundos del final al estrellar la pelota en el palo y Andresito volvió a aparecer para, de falta, penalizar de nuevo a Valdepeñas y firmar el pase de su equipo a semifinales.

A Palma y a Inter también les costó soltarse pero una vez superados los nervios iniciales empezaron a verse cosas sobre la pista. Los insulares perdieron pronto por lesión a Vilela y a los cinco minutos los madrileños dispusieron de un penalti por mano de Tomaz en el área. Borja no pudo superar a un Barrón que saltó a la pista solo para el lanzamiento . El fallo no inmutó al Inter, que se hizo con la iniciativa del juego durante varios minutos hasta que Palma consiguió zafarse de su empuje, no sin antes cargarse de faltas.

Pasado el ecuador del primer acto Jesús Herrero salvó a los madrileños con una asombrosa parada , sacando una pierna a contrapié que a cualquier mortal le habría mandado al hospital. Y no fue su única gran parada de ahí al descanso, sujetando a los suyos en defensa.

Dani Saldise , con una sutil vaselina, pudo mandar el partido a los vestuarios con ventaja para los de Tino Pérez, pero el larguero balear lo evitó y fueron Pito, por partida doble, y Cecilio los que poco después lograron batir a Fabio para irse a la caseta no con uno sino con tres goles de ventaja. El descalabro de Palma en la recta final del primer tiempo fue exagerado, y el castigo implacable .

Los de Vadillo, como no podía ser de otra manera, tomaron la iniciativa en la reanudación, pero sin incomodar demasiado al Inter. Pasaron hasta siete minutos antes de que Lolo redujese diferencias. Higor instantes después tuvo el que, de no haber sido por el palo, hubiera sido el 2-3, pero este no llegó hasta que quedaban dos minutos y medio por jugar, de nuevo a través de Lolo y con Palma empleando ya el portero-jugador. Un juego que se le atragantó a Inter, que de nuevo a falta de 22 segundos recibió el 3-3 que mandó el partido a los penaltis.

En la tanda Palma se quedó en la orilla , pues falló los dos primeros para ver cómo su rival, aliviado, se quedaba con el billete para las semifinales (2-4).