Dani Saldise, el chico de pueblo que ha hecho olvidar a Ricardinho: «Tenemos hambre y calidad»

Para rehacer su plantilla tras la salida de grandes jugadores como el portugués Ricardinho , nombrado mejor jugador del mundo en seis ocasiones, el capitán de la selección española Carlos Ortiz o el internacional brasileño Gadeia, el conjunto madrileño pensó entre otros en el jugador irurtzundarra. Tras varios años destacando con la camiseta verde del Xota, ahora Osasuna Magna, Saldise se había confirmado ya como uno de los grandes talentos españoles en este deporte y estaba preparado para dar el salto a un grande.

Las cifras, con 21 goles en 23 partidos y el equipo en los primeros puestos de la liga y clasificado para la fase final de la Champions hablan de una buena adaptación a Movistar Inter.

Está siendo muy buena. la verdad. Tengo que estar agradecido a todos los compañeros, cuerpo técnico y gente del club, que me lo están poniendo todo muy fácil y desde el primer momento me han tendido la mano. Y eso para la gente nueva y gente joven que nos cambiamos de ciudad, de equipo y de costumbres viene muy bien y es de agradecer. Es verdad que Inter es un club grande, el club más grande, y vienes aquí y no sabes cómo va a ser la gente, pero desde el primer momento desde el primero hasta el último son personas humanas que han pasado por lo mismo que tú, que han sido jóvenes y ahora aunque sean superestrellas saben cómo se pasa, y la verdad es que te ayudan desde el principio y es de agradecer.

Aun así, habrá notado la diferencia entre un club histórico pero alejado de los grandes títulos como es Osasuna Magna y el Movistar Inter, siempre obligado a ganarlo todo.

Claro que se nota. Principalmente se nota, que es por lo que vine yo, en que los dos son equipos profesionales y grandes equipos pero Inter sí que tiene esa exigencia por ganar títulos, por ganar cada partido que te vistes su camiseta, y es algo que te inculcan desde el primer día. Desde el primer entrenamiento ya te meten esa presión bonita que buscamos los jugadores cuando venimos a equipos grandes, que a veces es complicada pero que te hace luego ser mejor jugador. Esa es la principal diferencia. Y luego todo lo que engloba eso.

¿Y el cambio de ciudad cómo ha sido ? Porque vivir en Irurtzun tiene que ser muy diferente a hacerlo en Madrid.

Ahí sí he notado más diferencia. Al final soy un chico de Irurtzun, del pueblo, en el que llevaba 25 años, jugando en el equipo del pueblo y luego se convirtió en mi trabajo. Es un proceso de maduración que vas haciendo y no es que no te des cuenta pero va todo como en velocidad de crucero y se hace sencillo. 'Pues Dani tiene que subir', y Dani sube de categoría, 'Dani tiene que llegar arriba' y al final llegas... Y ahora de repente te plantas en Madrid, en un club como Inter, has cambiado de ciudad, has dejado a tu familia, a mis amigos, dejas todo atrás. Porque sigues en contacto con ellos, de vez en cuando me suelo escapar para hacerles una visita, pero ya no los tengo en el día a día, y quieras que no el hecho de saber que no los tienes es un gran cambio. Pero eso es todo un proceso de maduración en el que estoy encantado de verme reflejado.

¿En algún momento sintió miedo a la hora de afrontar este cambio?

Miedo no, para nada, porque si no no lo habría hecho. Sabía que iba a ser complicado, que no sería fácil y que iba a estar expuesto a eso. Pero al igual que sabía que iba a ser complicado confiaba en mí mismo y me veía preparado. Creía que era el momento, con 25 años, de dar el paso. Tuve la oportunidad y la verdad es que no dudé. Siempre había querido venir aquí y así se ha visto reflejado. Elegí con el corazón y la verdad es que estoy muy contento de estar aquí

¿Resultó complicado para su antiguo club asumir su marcha después de tantos años?

Lógicamente les ha fastidiado mucho, soy un chico de la casa, desde los cinco años jugando ahí, me ha formado Imanol (Arregui), llevo desde los 17 años que debuté jugando en el primer equipo y al final me han visto crecer, pero entendían que era un sueño que yo quería cumplir, venir a un equipo grande.

Para acometer el cambio de club y de ciudad se está apoyando en el trabajo con un psicólogo, una figura que en otros deportes de élite es más frecuente pero que en el fútbol sala no es habitual.

Es un tema que no es muy común leerlo en las entrevistas y la verdad es que no tengo ningún problema en decirlo. Quizás hace unos años había unos prejuicios que te inculca la sociedad y que son una tontería, pero que están ahí. Y con los años he aprendido a que no es así y la verdad es que a mí es algo que me ha ayudado mucho. Empecé hará dos o tres años y me ha tendido la mano y he tenido la suerte de elegir bien e ir cuando no estaba bien del todo y seguir cuando ya estaba recuperado, que al final ese es el problema de mucha gente, que cuando ya está recuperada deja de ir. Yo cuando ya estaba bien y me sentía bien como jugador, como persona y demás, seguí yendo y creo que eso ha sido clave. Y ahora a pesar del cambio mantengo la relación con él, hablamos mínimo una vez a la semana por teléfono, que no es lo mismo que hablar en persona, pero bueno. Cada vez que puedo escaparme a Pamplona o a Irurtzun suelo quedar con él y la verdad es que ha sido fundamental en mi cambio, en que me haya podido acoplar bien a Madrid.

¿Recurrió a él para superar un mal momento deportivo?

No es que fuera un momento bajo, porque yo no considero que haya estado mal nunca. Sí es verdad que hubo una racha, hablando en lo profesional, que jugaba bien, que tenía ocasiones, pero no las acertaba. Era un buen jugador pero no me encontraba como yo quería encontrarme, es un poco complejo de explicar. Y dí el paso y a partir de ahí ya fue todo mejorar. Ya no era ir a los entrenamientos por ir, plantearte o no plantearte un partido, aprender a controlar los nervios y las situaciones malas, y al final empezamos a preparar todo eso con el psicólogo y de ahí fue todo para arriba, excelente.

¿Cuál es la metodología de trabajo? Se centran en aspectos puntuales del juego o hablan de temas más generales?

Ahora ya más que un psicólogo se ha convertido en un hermano mayor, porque tenemos ya tal confianza que nos podemos contar cualquier cosa. Hay veces que me preocupa algo de un entrenamiento, o de mi vida personal, o quiero tratar algo y lo enfocamos por ahí. Pero hay otras veces que simplemente quedamos para hablar porque sí, porque tenemos el hábito y van surgiendo cosas. Él me conoce y yo también le voy contando durante la semana por whatsapp , sensaciones de entrenamiento, de partido o cosas que van surgiendo y luego me las saca en la llamada telefónica.

¿Trató con el psicólogo la posibilidad de heredar el '10' de un jugador con tanto peso como Ricardinho, como finalmente hizo?

No le dimos tanta importancia como la gente al tema del número. Lógicamente sé la importancia que tiene ese número porque lo ha llevado Ricardinho muchos años y ha sido el mejor jugador del mundo, pero siempre he dicho que aunque era consciente no era una losa que me fuera a pesar, sino que era una presión muy bonita que estaba dispuesto a afrontar.

Hay que reconocer que ponerse la camiseta de un auténtico mito del fútbol sala y de Movistar Inter en su primera temporada en el club es una decisión valiente.

Aunque te diga que no tiene tanta importancia sé lo que supone, por supuesto. Yo me considero una persona valiente. Con los años sí que es verdad que he madurado mucho más y he ido aprendiendo muchas cosas de la vida, y me considero una persona valiente, e igual que cogí el 10 lo haría en otras facetas de mi vida.

Después de varios años trabajando con un psicólogo, ¿se lo recomienda a otros compañeros o deportistas?

Por supuesto que lo recomendaría. Creo que el mayor problema es el prejuicio ese de que si vas al psicólogo es que estás loco. Eso es lo que frena, no ya a deportistas sino a mucha gente. Pero hablando de lo deportivo, siempre he sido una persona que ha cuidado un montón la alimentación, las horas de sueño, el estrés... pero luego hay una cosa que a la gente se le olvida que es que si la cabeza no va bien, por mucho que te cuides los gramos de comida, las horas de descanso, hay un tema de cabeza, psicológico, que si no funciona lo demás no va a ir. Por eso yo animo a la gente, de hecho la gente que me conoce tanto en Xota como en Inter ya están todos con ganas de trabajar con el psicólogo, porque ven lo encantado que estoy yo y el efecto que surte.

En lo deportivo, usted es una de las piezas que ha tenido que cambiar el Movistar Inter para intentar seguir siendo competitivo tras la marcha de algunos de sus jugadores clave.

Está claro que ha sido un cambio grande, hemos perdido jugadores con mucho nombre, Ricardo, Ortiz, Gadeia, Humberto, Elisandro... Era un cambio que Inter veía que había que hacer, no porque no estuviesen rindiendo porque lo estaban haciendo a un nivel de la ostia, pero la verdad es que al final hay que hacer ese cambio y han decidido fichar a gente más joven, a jugadores nacionales, y yo veo al equipo con mucha hambre, esa es la palabra. Todos venimos con mucha hambre, alguno ha ganado títulos pero muy pocos, y todos tenemos calidad suficiente para estar aquí, es cierto que había que demostrarlo, no basta con decirlo. Se nos puso mucha presión al principio porque parecía que estos fichajes no iban a cundir tanto, pero nosotros sí confiamos en nosotros mismos y tenemos ese hambre de ganar títulos, que puede que pase o no pase, pero yo veo al equipo preparado para todos los títulos posibles. Estamos en una fase de la temporada en la que las caras nuevas ya nos vamos conociendo, cómo juega cada uno, los movimientos, tanto fuera de la pista como dentro nos llevamos muy bien... Creo que estamos en una fase de conocimiento muy buena y la realidad es que estamos vivos en todas las competiciones, tenemos ahora la disputa de cinco o seis títulos si no me equivoco, y vamos a por ello.

¿Qué es lo que más le ha sorprendido en los entrenamientos y partidos con su nuevo equipo?

Me ha sorprendido mucho por ejemplo Raya. Le había visto jugar, pero al final es que tiene 23 años y no lo parece porque lleva jugando muchísimos años y en muchos equipos. Yo sabía que era buen cierre, pero hasta ahí. En cambio entrenando y jugando con él me ha dejado alucinado, aparte de ser buen cierre tiene unas condiciones que no he visto a ningún jugador. Y luego otro que sabía que era buen jugador pero que no había tenido los minutos de protagonismo que tenían otros aquí en Inter es Borja Díaz. Me ha dejado también alucinado de lo bueno que es, porque es top-top. De los demás, con Pola ya había jugado, a Pito ya le había visto hacer cosas diferentes, Cecilio ya le había visto también, Lucas, Boyis... Pero de ellos dos sí que es verdad es que pensaba que eran buenos pero al venir aquí me han dejado alucinado.

En su viaje de Navarra a Madrid le acompañó Eric Martel. ¿Le ha ayudado también en la adaptación a la capital y al Inter contar con un compañero de los últimos años en Xota?

Con Martel este es el quinto año ya que coincidimos y la verdad es que jugamos bastante juntos, nos buscamos mucho. Ha sido una ayuda mutua. Los dos hemos buscado para vivir cerca, uno encima del otro, algo que fuera de la pista también nos ayuda porque congeniamos muy bien. Y eso luego dentro de la pista se nota. Yo creo que nos hemos ayudado los dos.

Inter siempre es favorito en todas las competiciones, pero este año del Covid ha sido el de la explosión definitiva de equipos secundarios como Palma Futsal, Levante o Jimbee Cartagena. ¿Como ven esta situación desde el vestuario del vigente campeón de liga?

Este año ha habido unos resultados rarísimos y una clasificación un poco atípica. Los tres grandes es cierto que lo siguen siendo pero hay equipos ahí como Cartagena, Levante, Palma, Valdepeñas que han conseguido que se iguale un poco la cosa porque han hecho plantillas muy grandes, y eso para la competición es muy bonito. Ahora por ejemplo tenemos una Copa de España en la que cualquiera de los ocho participantes puede ganar y no puedes subestimar a nadie, porque en el momento que lo hagas lo acabas pagando. Esta temporada se ha visto mucha igualdad, pero ahora veremos en el tramo final, que es lo importante y donde se parte el bacalao. Veremos por dónde van los tiros y habrá que estar preparados para cualquier partido.