Alba Cabello se despide de la sincronizada

«Es un día muy especial. Recuerdo acudir a las instalaciones del Mundial 86, con cinco años, y no sabía que estaba escribiendo las primeras líneas del libro de mi vida», explicó la madrileña de 30 años en el acto de su despedida. Contó entre emociones sus primeros años, todos los sacrificios personales y profesionales que superó por una apuesta a la pasión: a la natación sincronizada. «Lo mejor ha sido la gente a la que he conocido. Me he sabido rodear de personas únicas. He pasado once años en el Centro de Alto Rendimiento de Barcelona, que ha sido mi segunda casa. No solo soñé con asistir a unos Juegos, sino que repetí dos veces y gané dos medallas », confesó la nadadora, que perteneció al club 'Sincro Retiro'. «Tuve la gran suerte de no dejar pasar un tren que me enseñó a reír, llorar, luchar y saber que significaba sacrificio y coraje», continuó.

No quiso despedirse sin mandar un cariñoso mensaje a las compañeras con las que compartió alegrías y lágrimas. «Me gustaría lanzar un guiño especial a mi equipo. Gracias por seguir teniendo confianza en las chicas que sueñan como yo en ser olímpicas. Os deseo lo mejor y siempre tendréis mi apoyo. No es un adiós, es un hasta luego. Espero devolver todo lo que la sincronizada me ha enseñado », concluyó en un acto en el que estuvo acompañada del presidente de la Federación de Natación, Fernando Carpena, el presidente del Consejo Superior de Deportes, José Ramón Lete y la directora de la selección de sincronizada, Ana Montero.

Lete también tuvo cariñosas palabras para la nadadora: «Eres parte de la historia de nuestra natación, que tanto ha engrandecido la Marca España y de la que nos sentimos todos tan orgullosos. No sé cómo te podremos agradecer todo lo que has hecho por nuestra natación. Hoy es el comienzo de una nueva mujer, de una nueva etapa en la que estoy seguro nos darás muchas satisfacciones».