La brutal venganza de McGregor

McGregor demostró desde el inicio que no estaba dispuesto a desaprovechar la revancha que le había concedido Díaz tras su estrepitosa derrota en su primera pelea , en la que cayó por rendición, por un brutal golpe y una posterior estrangulación del norteamericano. Por eso salió al ataque desde el principio, sometiendo a su rival a una auténtica lluvia de impactos , atacando constantemente su pierna adelantada, pero con mayores dosis de control que en aquella pelea en la que fue derrotado. Su primer gran golpe envió incluso a Nate a la lona, pero éste pudo continuar.

En el segundo asalto se repitió la historia, con el irlandés derribando a su rival en dos ocasiones, pero el cansancio comenzó a pasarle factura y el «rocoso» Díaz consiguió resurgir . Tanto que, aunque no llegó a conectar ninguno de sus golpes más poderosos, llegó a poner en apuros a McGregor.

Sin embargo el irlandés resistió y llevó la pelea hasta el final, con ambos luchadores, bañados en sangre , cada vez más cansados y menos precisos, pero con Nate Díaz llevando la iniciativa para igualar una pelea en la que se sabía en desventaja.

Finalmente los jueces otorgaron la victoria por decisión mayoritaria a Conor McGregor, que se cobró así su deseada venganza sobre su último verdugo. Algo que ahora ha pedido también Díaz, disconforme y muy enfadado con el resultado de este segundo encuentro: «Yo gané esta pelea. Voy a entrenar y a regresar, pero creo que yo me llevé este duelo . Estoy listo para volver cuando quieran».

Por su parte, Conor McGregor se mostró exultante: «¡El rey está de vuelta! Seguí una gran estrategia. Él es un gran atleta, pero yo fui mejor. Aprendí mucho de la pelea pasada, esta vez administré mis golpes y se vio el resultado . Quiero enfrentarlo por tercera vez, pero en las 155 libras». Ya se habla de una «trilogía».

Pese a la gran rivalidad entre ambos luchadores, la tensión de la previa y lo que había en juego, McGregor y Díaz demostraron gran deportividad al acabar su duelo fundidos en un abrazo.