Ser jugador de béisbol, peligrosamente mortal
De los 1.494 profesionales de este deporte que jugaron al menos cinco temporadas entre 1959 y 1988, el 15,9 por ciento ha muerto. Una cifra sorprendentemente alta en comparación con deportes «más bruscos» como el fútbol americano
Ser jugador de béisbol, peligrosamente mortal
España no es un país donde el fútbol americano se prodigue en demasía. La saludable cultura deportiva, tan presente a lo largo de nuestra historia, nunca ha dejado un hueco para este deporte. Como si de un «rara avis» se tratara, apenas nos ... llegan imágenes de choques impactantes, jugadores inconscientes o puestas en escena desafiantes. Se percibe como una práctica muy peligrosa , solo apta para personas dispuestas a arriesgar sus huesos en cada encuentro. En el otro lado de la balanza encontramos al béisbol , un deporte que a pesar de contar con el mismo escaso seguimiento, adquiere la etiqueta de juego saludable desprovisto del fuerte riesgo de sufrir lesiones.
O eso se pensaba hasta que Bill Barnwell , colaborador de la página web Grantland , publicara un estudio sobre las diferentes tasas de mortalidad presentes entre ambos deportes. Los resultados arrojados sorprenden: de los 3.088 profesionales de fútbol americano que jugaron al menos cinco temporadas entre 1959 y 1988, el 12,8 por ciento había muerto. Mientras que de una muestra que abarcaba 1.494 jugadores de béisbol activos durante la misma época, la tasa se disparó hasta el 15,9 por ciento.
El 36% de los jugadores de la MLB dice consumir tabaco habitualmente
Analizando las posibles causas, es importante resaltar que el béisbol es un deporte de mayor desgaste si se analiza desde una perspectiva amplia. Las duración de las carreras en el fútbol americano tienden a ser 3 años más cortas, amén de que cada temporada «solo» consta de 16 a 20 partidos. Por el contrario, los jugadores de la Major League Beisbol (MLB) juegan la mareante cifra de 162 encuentros al año, sin contar las rondas finales con las que pueden sumar 19 contiendas más.
Un más que presumible posible motivo tiene que ver con el comportamiento de los deportistas. En 2009, un estudio realizado por el Journal of the American Medical Association encontró que sólo el 0,2 por ciento de los jugadores de la National Football League (NFL) fumaban habitualmente. Un dato que contrasta con la encuesta que llevó a cabo la Liga Nacional de Béisbol donde alrededor del 36 por ciento de sus integrantes consumían tabaco con asiduidad.
Otros factores socio económicos podrían estar en juego. En el año 2007 la revista Death Studies examinó la longevidad de los jugadores de la MLB pertenecientes a la generación del «baby-boom». Por regla general, los deportistas que comprendía el estudio vivían algo más que los restantes, sin embargo, lo que llamó especialmente la atención fue la relación establecida entre la esperanza de vida y el nivel educativo de los sujetos . Los jugadores de béisbol que no han pasado por la universidad tienen el doble de riesgo de morir que aquellos que si lo han hecho.
Entre el 35 y el 56 por ciento de los jugadores que pasan a formar parte de la MLB son seleccionados directamente desde la escuela secundaria, a diferencia de los más de la mitad de deportistas que aterrizan en la mejor liga de fútbol americano con un título universitario bajo el brazo .
Valores demográficos
Además, la diferencia entre las tasas de mortalidad también podría verse afectada por una simple relación estadística relacionada con la variopinta demografía existente en cada uno de los deportes. Así, por ejemplo, en EE.UU. los varones blancos tienden a vivir cerca de seis años más que los hombres de raza negra. Una brecha que a pesar de ser reducida en el ámbito del deporte profesional, no se llega a eliminar. En el Reino Unido , varios investigadores compararon las estadísticas de mortandad en relación a la raza de los jugadores que militaron en la NBA durante 1946 y 2005. Los resultados dictaron que los jugadores blancos vivían alrededor de un año y medio más que sus compañeros negros. Esta disparidad persistía incluso en ausencia de toda discriminación salarial entre ambos grupos.
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