GOLF | OPEN DE ESPAÑA
Los torneos en casa, un asunto de familia
Los golfistas españoles aprovechan las grandes citas nacionales para disfrutar con su círculo más cercano
MIGUEL ÁNGEL BARBERO
Los golfistas profesionales pasan muchos días fuera de sus casas, por lo que aprovechan los torneos cercanos para rodearse de toda la gente a la que no ven a menudo. Con treinta españoles en el PGA de Cataluña , el Abierto Nacional se ha convertido ... en una enorme reunión familiar.
El mundo del golf profesional tiene cosas buenas y cosas malas. Entre las primeras destacan los viajes constantes, los buenos ingresos (para los más destacados) y la posibilidad de jugar los mejores campos del mundo; por contra, exige una dedicación casi exclusiva, una preparación integral y una separación del domicilio habitual de unas treinta semanas al año. Por eso, cuando se celebran torneos cerca de casa son numerosos los visitantes que se acercan a acompañar a los deportistas para que puedan sentirse arropados.
Los hay con suerte, como Chema Olazábal, Raúl Quirós, Álvaro Quirós y Gonzalo Fernández Castaño, que ayer consiguieron entradas para ir a ver el decisivo Barcelona - Atlético de Madrid y disfrutaron en grupo del triunfo de los rojiblancos (sobre todo Álvaro y Gonzalo, seguidores irredentos de los de Simeone). No les importó desplazarse desde Gerona hasta la Ciudad Condal, aunque esto les rompiera la rutina habitual de los campeonatos. Otros, como Miguel Ángel Jiménez, ha estado dedicando su tiempo libre con los suyos a realizar una ruta gastronómica por la Costa Brava. Ha visitado restaurantes de éxito como Casa Viart o Els Tinars, además de recorrer las marisquerías de Playa de Aro. Con buenos vinos y sus habituales habanos, el malagueño disfruta mucho más del tiempo que pasa en España que ningún otro. «Como aquí no se vive en ninguna parte del mundo», confirma con un guiño.
Otro jugador al que les gusta estar junto a los suyos es Sergio García, que estos días ha estado acompañado por sus dos mánagers, sus padres, sus hermanos y su sobrinito de dos años. Además, no sólo le ven al terminar el recorrido, sino que hacen los 18 hoyos siguiéndole discretamente entre el público. También es habitual ver por el campo a los padres de Pablo Larrazábal y su novia; al de Rafa Cabrera y su hermana Emma; a la mujer de Fernández Castaño, Alicia... Pero, puestos a reconocer familiares, incluso el «caddie» de Alejandro Cañizares, Íñigo Urquizu, ha visto cómo le acompaña estos días su madre. Algo que su jefe de filas no vive con sus familiares más directos. «En mi familia ya han visto demasiado golf toda la vida _bromea el hijo del gran José María Cañizares. Se han quedado todos en casa, estamos muy lejos de Málaga.»
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