mundial de natación
Ona Carbonell lidera el futuro
Tras la marcha de Andrea Fuentes, la barcelonesa dirige al equipo con un estilo propio y mucha ambición
Ona Carbonell lidera el futuro
Tumbada con las piernas estiradas en la pared y los ojos cerrados, Ona Carbonell (Barcelona, 5 de junio de 1990) se concentra en su respiración. Quiere tranquilidad a su alrededor, que nada la perturbe, mucho menos la gelatina que cubre su cabello. Si ... se nota algún grumo estará incómoda hasta quitárselo. Coquetería que explota como nadie en el agua. « Es muy perfeccionista », la define Esther Jaumà, seleccionadora nacional. Perfeccionista y tremendamente competitiva. «Se marca retos diarios porque su ambición por ser mejor no tiene fin», continúa Jaumà. «Es increíble lo mentalizada y motivada que está para participar en todas las pruebas », añade Andrea Fuentes , su expareja. Pudo saltarse las rutinas técnicas para descansar y centrarse en el dúo y el solo, como hacen las Svetlanas rusas. Dijo que no, que defendería las medallas en el agua. En sus ojos vive la confianza .
Bebió de la estela de Gemma Mengual y creció junto a Fuentes , amigas para siempre desde que Carbonell pisara el CAR de Barcelona por primera vez con 14 años. « Conectamos desde el minuto uno -recuerda Fuentes-, se hizo muy fácil compenetrarnos en el agua. Fue la clave del éxito». Fueron plata bailando el Tango en Londres 2012, y tras un invierno tormentoso y la salida de Fuentes del equipo, Carbonell comenzó un vuelo en solitario con mucha personalidad. Es la cara visible de un grupo que siente la presión de la herencia, y lucha por crear su propio sello . Desde la grada, Fuentes ayudó para que la transición fuera fluida; llevó de la mano a Marga Crespí hacia el dúo y el resultado se nota cada día. «Le di algunos trucos para comunicarse con Ona en una coreografía, el Tango, que me sé de memoria porque trabajé en ella desde el origen, así la adaptación fue más rápida. Les espera una gran progresión, llevan juntas solo desde enero».
Seis meses en los que Carbonell ha crecido dentro de la piscina y contagia su entrega y su ilusión por seguir deslumbrando al mundo con sus actuaciones al resto del equipo. «Intentamos que todas vengan contentas a trabajar. Son ocho horas diarias, seis días a la semana y no es nada fácil aguantar esa carga, imposible si no vienes con ánimo. Por eso nunca escatimamos en bromas, risas y buenas caras », comenta Jaumá. También se hace necesario desconectar, aunque apenas pueden en este Mundial con competiciones diarias. Llevan tres medallas, optan a otras cuatro , y las quieren todas. No hay descanso posible. «Mañana [por hoy] el equipo tiene la tarde libre para ir a ver a Ona en el solo». Es la referencia, de la que aprenden y con la que sienten que sus éxitos son las de todas. Hoy lucha por la medalla y mañana seguirá a la cabeza de una selección «joven en experiencia que comparte la filosofía del esfuerzo y la ambición del triunfo , con mucha proyección. Hay sincronizada para rato». Desde el presente, Carbonell lidera el futuro.
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