Kittel suma la cuarta y Froome toca el cielo en la puesta de sol parisina

Pero todo tiene un final. La edición centenaria del Tour también, aunque sin sorpresas, sin cambios inesperados desde hace varios días. Chris Froome , serio, infranqueable y luchador; no tuvo rival y no dio esperanzas a ninguno de sus perseguidores. El británico deseaba acaparar los flashes en el Arco del Triunfo, en el símbolo de la victoria, en el romanticismo de la noche parisina.

Sin embargo, el Tour deja muchos momentos archivados en una estantería distinta. No ha sido una edición cualquiera. Aparte de ser la número 100, la serie francesa se asemejó a una película de indios y vaqueros, en la que siempre ganan estos últimos. Dentro de los 21 capítulos de este hilo secuencial francés, el protagonismo lo ha acaparado un actor principal: Chris Froome . Pero el reparto del guión ha provocado la aparición de varios ciclistas que se han ganado la admiración de los aficionados. Por tanto, historias variadas en cada fascículo.

Desde el bloqueo en la meta del autobús del Orica hasta el espectáculo final en los Campos Elíseos , el Tour no ha defraudado al seguidor de las dos ruedas. Las declaraciones de Armstrong , la posterior respuesta de Froome , los sprints de Cavendish para aumentar su larga lista de victorias, la fuerza de Quintana , la caída de Contador o el pinchazo de Valverde quedarán almacenados durante varios años en las retinas del público. Eso sí, con el permiso de un Movistar Team que ha realizado un trabajo impecable, con las victorias de Rui Costa y Quintana , aunque con la mala suerte del murciano Valverde.

Como traca final, el salto al podio en la penúltima etapa de «Purito» Rodríguez y la regularidad de Froome echaron el cierre a la hemeroteca de la vuelta gala. En esta década, todavía no se ha cubierto de amarillo un corredor español. El himno español ya espera al año que viene. Ansía sonar en París.