Renaud Lavilleine no daba crédito a la decisión de los jueces. Después de asegurarse el oro en pértiga en el Europeo en pista cubierta al saltar a la primera 6,01, el francés quiso intentar batir su propio récord y situó el listón en 6, ... 07, una marca que le hubiese convertido en el segundo mejor saltador indoor de la historia por detrás de Sergei Bubka.
Lavilleine falló en sus dos primeros intentos de forma clara, pero en el tercero, pese a tocar el listón con el pecho, éste rebotó y se quedó sobre el soporte.
Lavilleine salió corriendo a celebrar su nuevo récord, pero los jueces declararon el salto nulo. La regla dice que el listón debe permanecer por completo dentro de su soporte, algo que no ocurrió en este caso.
El saltador francés, que en Goteborg ha conquistado su tercera corona continental consecutiva, no pudo ocultar su decepción y acabó llorando sobre la pista.
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