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ABC Cultural

SAN FERMIN

Intratable Roca Rey en una tarde de primerísima figura en Pamplona

La rotundidad del peruano se marcha a hombros y Pablo Aguado corta una oreja por una deliciosa faena, un remanso de paz en la feria del ruido, con una nobilísima corrida de Jandilla

Y Pamplona enmudeció con el huracán Roca

Andrés Roca Rey sale a hombros EFE
Rosario Pérez

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Hasta el viento conocía el nombre de Roca Rey. «¡Perú, Perú, Perú!», soplaba Eolo cuando el ciclón limeño apareció en el ruedo y con una soberbia militar caminó hasta la puerta de chiqueros. Entre los vítores del gentío, se plantó a portagayola mientras ... corría un aire huracanado. Ingobernable. Pero más indomable era el torero, en una tarde de figura histórica, con su faena más maciza de la temporada. De una fuerza voraz desde que libró la larga cambiada. Pura entrega, correspondida por el público. Qué maravilla tanta reciprocidad. Sonaba «sigo siendo el Rey», con ese «no hay que llegar primero, sino que hay que saber llegar». Y eso lo domina como nadie, como todo torero destinado a marcar una época.

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