citando de frente
Feria de San Miguel: Aficionados, sí; pero... ¿y público?
A finales de septiembre suelen producirse muchos «bailes de corrales» y se lidian cinqueños, algo que tratan de evitar las figuras del toreo
Feria de San Miguel: Aficionados, sí; pero... ¿y público?
A una semana de la Feria de San Miguel de Sevilla ya tenemos despejada, menos mal, la incógnita del primero de los carteles, el del sábado. Un mano a mano entre Escribano y López Simón , dos de los toreros más en forma ... en estos momentos. Dicho cartel se complementa con el del domingo, segunda y última del miniciclo, en la que se anuncian tres sevillanos: Esaú Fernández, Borja Jiménez y Lama de Góngora (quien, por cierto, hace su segundo paseíllo desde que tomó la alternativa, allá por el lejano mes de abril).
Dos carteles, como suele decirse, para el aficionado , aunque se trata de una especie en peligro de extinción. Pero, ¿y el público? ¿Acudirá con estos dos carteles a la Feria de San Miguel? Difícil es saberlo hasta que no den comienzo los festejos pero mucho nos tememos que el abono y poco más . Es la realidad. Porque quienes atraen al público son las figuras del toreo. Escribimos de las figuras consagradas —Escribano y López Simón van camino de ello— las que hacen que una plaza se llene.
En la Feria de Abril fue José María Manzanares , reconciliado con la empresaPagés, quien tiró del carro de la gente. Lo mismo que Espartaco el Domingo de Resurrección. Dos casos muy concretos de cómo las figuras atraen al público. El de Alicante vino cuatro tardes, por lo que no iba a volver por septiembre. Y el de Espartinas toreó un único festejo de despedida.
Desgraciadamente, los otrora componentes del G-5 — Morante, Juli, Perera y Talavant e — brillaron por su ausencia en abril y, lógicamente, en septiembre tampoco iban a estar.
El caso es para que San Miguel tenga sobre el papel atractivo para el público en general hay que «amarrar» a las figuras en febrero, que es cuando se presentan los carteles del abono.
Baile de corrales y cinqueños
A ello hay que añadir otro componente. Las camadas ya están muy «esquilmadas» en cuanto a toros tras una temporada en la que en las ferias de toda España y Francia se suele tirar de corridas en teoría «apalabradas» para otros cosos u otras fechas cuando hay problemas en determinados festejos. Vamos, en los que actúan las figuras, para qué vamos a engañarnos.
De este modo nos encontramos con auténticos « bailes de corrales » en las ferias septembrinas», algo que suelen evitar los toreros consagrados. Y aparecen también los toros cinqueños que, evidentemente, no son plato de buen gusto en la mayoría de las ocasiones.
Junten todo esto y tendrán como resultado que nos encontremos con una Feria de San Miguel —uno de cuyos carteles ya ha contratado en solitario el único gerente del coso, Ramón Valencia — más para el aficionado que para el público, que prefiere gastarse 90 euros de un tendido en otra oferta de ocio que, como suele decirse, «embista» seguro.
La duda ahora estriba en saber qué tanto por ciento de aficionados acudirán al reclamo de los carteles de la Feria de San Miguel de este año. Desde luego, la empresa tiene que trabajar ya para el año que viene ...
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