feria de abril 2015
Sevilla premia el toreo al natural del mexicano Joselito Adame
Corta la única oreja de la tarde; Oliva Soto y Esaú Fernández no pasan de voluntariosos
fernando carrasco
Primer festejo del ciclo continuado de festejos de la Feria de Abril de Sevilla y primera oreja. Ha sido para el mexicano Joselito Adame, que ha realizado lo más destacado de la tarde ante el buen toro que hizo cuarto de Cayetano Muñoz, sobre todo ... en el toreo al natural. [ Vea las mejores imágenes de la corrida ]
El festejo ha comenzado con lluvia aunque a la mitad del mismo ha cesado ésta. Los astados de Cayetano Muñoz, bien presentados, han tenido nobleza aunque no demasiada fuerza. El cuarto ha sido el mejor. Y el quinto, encastado y con mucho que torear.
El triunfador del festejo ha sido, como escribimos, Joselito Adame. Su primero, noble pero con poca fuerza, quiso desde que entró al caballo irse a tablas. «Pique» de quites entre Oliva Soto y Adame. El mexicano, que brindó al público, luchó en todo momento por mantener al toro fuera de la raya de picadores. Algunos muletazos sueltos pero nada más.
Cambió la decoración en el cuarto, al que lanceó a pies juntos. El astado, noble, fue de largo en los primeros compases y lo vio el diestro, que corrió la mano con suavidad sobre la diestra. Pero al torear al natural se comprobó que en de Cayetano Muñoz tenía mucho mejor son, cosa que aprovechó el mexicano para recetarle tres series meritorias, con gusto, alargando los muletazos.
Faena medida y justa, que epilogó con una postrera serie citando de frente al natural y rematando con un torero trincherazo. Espadazo y descabello para cortar la oreja, la única del festejo.
Oliva Soto, que por la mañana había enterrado a su abuelo, el que fuera picador Alfonso Soto «Alfonsillo de Camas», anduvo animoso en las verónicas de recibo a su primero, rematadas con dos medias. No se empleó el toro en el caballo. Tras brindar al cielo, se las vio con un astado brusco en sus embestidas que le fue ganando la acción al torero. Mucha voluntad pero poco acierto.
El quinto fue un toro encastado y con mucho que torear. Saludó Alcalareño tras dos grandes pares. Le plantó batalla Oliva pero había que mandar mucho. Faltó eso y es por ello que se llevó dos volteretas, la segunda más espeluznante. Se hizo el amo el toro y ya buscaba la presa. La faena fue más de voluntad que otra cosa.
Esaú Fernández vio cómo su primero no atendía a su portagayola. Brindis a El Cid un astado noble pero con pocas fuerzas. Mucho tesón en el camero en una faena larga por ambos pitones con momentos buenos que acabó en arrimón final.
También recibió a portagayola al sexto, al que banderilleraron superiormente Curro Robles y José María Tejero. Al astado le faltó un tranco en sus embestidas y fue paulatinamente acortando las embestidas. Poco que hacer ante un toro así.
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