Feria de Otoño

El exquisito sentido del toreo de Jorge Martínez

El de Totana da una vuelta al ruedo de mucho peso después de firmar caros naturales en una decepcionante novillada de Valdellán, en la que al final saltaron cuatro de López Gibaja

Insólito: confunden a Florito con el torilero, al que tributan una sonora ovación

Jorge Martínez, al natural con el tercero de Valdellán Plaza 1

Rosario Pérez

Madrid

06/10/2022
Actualizado a las 21:42h.

Cuando la izquierda se presenta con la mano de verdad, no hay sector de Madrid que no ruja. Crujió la Monumental cuando Jorge Martínez se asentó, echó los vuelos y trazó naturales con un temple exquisito. Qué cadencia. Y qué sentido del ... toreo más bueno. Por el camino clásico, claro, de la escuela de Ruiz Manuel, su maestro y mentor.

Traía este tercero de Valdellán otro porte. Aunque esas manos por delante ya denotaban que no sería un Sansón, se le atisbó mejor aire que a sus hermanos. Toreramente brotaron los ayudados por bajo del novillero de Totana y, después de alguna que otra caída de Pajarito y sin terminar de romper la faena, de repente, como si nada, le cuajó dos macizas series al natural, aprovechando la clase del pitón zurdo. Faltaba el sabroso toreo a dos manos final antes de la estocada, que se desprendió. La petición de oreja fue mayoritaria, pero el presidente decidió guardarse el pañuelo entre la bronca de miles y las palmas de siete. Una vuelta al ruedo paseó Martínez. De esas que pesan.

Ansiaba mayor premio el murciano, que tuvo que parar hasta tres novillos de López Gibaja en sexto lugar. Ahí se vivió lo nunca visto: el personal confundió al torilero con Florito -enorme echando la vara y llevándose al primer animal devuelto a chiqueros-. Imposible el lucimiento con tan flojo rival. Porque vaya novillada decepcionante -de los dos encastes-, con algunas opciones pero de justísima casta y una muy desigual presencia, con más de un ejemplar sin el trapío exigido y otros que parecían de desecho.

Tibias las protestas al segundo... Que sí, que lo santacoloma da poca caja y tal, pero era muy justo para Madrid. Barbeó las tablas con intención de saltar la valla y flojeó en varas. Solo el quite de Martínez levantó los ánimos antes de la correcta lidia del Ruso. Qué bien se dobló Diego García con este calcetero. Quiso cogerle el aire por el zurdo, pero Hechicero se desplomó. Un bonito cambio de mano le sopló cuando tomó el lado derecho, por donde se movía rebrincado por esa pobre fortaleza.

Cambió el hierro en el quinto, de López Gibaja, que se dejó. García quiso hacer las cosas bien, pero, por h o por b, aquello nunca trepó. Algunos aún se la guardaban por la Puerta Grande con la que le obsequiaron el 1 de mayo. Para más inri, alargó mucho y pinchó y pinchó.

Monumental de las Ventas. Jueves, 6 de octubre de 2022. Tercera de feria. Media entrada. Novillos de Valdellán (1º, 2º, 3º y 4º), de justa presencia y pobre juego -destacó el pitón zurdo del 3º- y López Gibaja (5º, con opciones, 6º y 6º bis).
Yon Lamothe, de verde hoja y oro. Estocada trasera (silencio). En el cuarto, estocada tendida y estocada caída. Aviso (silencio).
Diego García, de blanco y oro. Estocada corta (palmas). En el quinto, pinchó y pinchó. Dos avisos (algunos pitos).
Jorge Martínez, de lila y oro. Estocada desprendida (petición de oreja, vuelta al ruedo y bronca por no concederla). En el sexto, pinchazo, media perpendicular y descabello (palmas de despedida).

Chico y protestón el primero de Valdellán, con el que Yon Lamothe, una de las ilusiones de Francia, solo pudo mostrar su voluntad. No fue precisamente el novillo ideal para una presentación, que se le venía andando y no humilló ni una vez, siempre con la cara alta y muy mal estilo.