Diego Ventura vuelve a enloquecer a la Misericordia

Ventura brindó el segundo de la tarde a la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, que por la mañana le entregó el trofeo del Ayuntamiento como triunfador de la pasada feria, y su faena estuvo presidida por el temple. El rejón de muerte cayó demasiado trasero y todo se demoró enfriando el ambiente. Con el quinto hubo pasión en el ruedo que llegó con fuerza a los tendidos en una actuación plena de entrega y buen toreo. A más siempre, las dos orejas fueron incontestables.

Buena corrida con tres hierros de la casa Capea, los seis lucieron a buen nivel. Sergio Galán se mostró con arrojo ante el que abrió plaza y más en su línea de sobriedad con el otro. A ambos les cortó un trofeo, y hasta se pidió el segundo con fuerza en el cuarto.

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El tercero, en chiqueros, se llevó por delante al caballo Bético y a su amazona Lea Vicens, que cayó de muy fea manera bajo la montura. Allí se enceló el toro buscando presa. La rejoneadora salió maltrecha entre la conmoción general. Le atendieron en el callejón y cuando todos pensaban que se la llevarían a la enfermería salió con casta a seguir con la lidia. Se entregó la francesa y solo el último rejón le frenó en el triunfo. Como con el sexto, en donde se sucedieron los pinchazos y todo quedó en una cariñosa ovación.