Gijón: historia de su afición taurina

Afirma la 'Crónica General' de Alfonso X que «se lidiaban cada día toros» en Oviedo ya en tiempos de Alfonso el Casto (s. IX). Están documentadas las fiestas taurinas en Llanes, Ribadesella, Gijón y Grao, por la llegada a España de Carlos V. Según el cronista Lorenzo Vital, «buen pasatiempo, pues los toros fueron bravos y fieros. El Emperador halló gran diversión». Quizá en Asturias nació su afición taurina, pues fue alanceador consumado. Hace poco, Gonzalo Santonja ha demostrado con datos indiscutibles los festejos taurinos en Avilés, en el s. XVII.

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A fines del XIX se construyeron las plazas de Gijón, Oviedo y Llanes. Ha habido toreros asturianos desde comienzos del XIX hasta hoy: Antonio Miranda; Praderito; Bernardo Casielles; el aficionado práctico Julián Cañedo, buen amigo de Belmonte…

Grandísimo aficionado fue el asturiano Ramón Pérez de Ayala, autor del manifiesto de homenaje de los intelectuales a Belmonte: «Con él, por fin, el toreo ha llegado a ser lo que siempre soñábamos: un verdadero arte».

Fue un disparate que una alcaldesa socialista prohibiera los toros en Gijón. El cambio político, el empeño del empresario Carlos Zúñiga y de los aficionados, agrupados en numerosas peñas, han logrado que el día 15 vuelvan los toros a Gijón, con grandes carteles. La Feria de Begoña vuelve a ser un atractivo turístico más de la preciosa ciudad y una gran fiesta popular, en libertad.