Perera: «Me siento orgulloso de exponer mi vida en seis toros a beneficio de Asprona»

–Apuesta fuerte y altruista. ¿Cómo surgió la idea?

–El año pasado les dije a los responsables de Asprona que mi gran ilusión era matar seis toros en solitario. El siguiente reto era conseguir que TVE volviera a retransmitir la corrida.

–¿Por qué esa causa y ese escenario?

–Para atreverte a hacer algo especial hay que tener motivos. Esa plaza es muy importante en mi carrera. Además, la ciudad me hizo pregonero hace dos años. Y, por supuesto, la causa en sí tiene mucho peso. Que mi esfuezo, mi sacrificio y mi entrega sirvan para ayudar a otras personas me llena de satisfacción.

–No regalará la vida en un solo toro: la ofrecerá en seis.

–Como persona y como torero, me siento orgulloso de exponer mi vida en seis ocasiones para ayudar a quienes lo necesitan, en este a caso, a Asprona.

–Dicen que la variedad y una buena espada son esenciales en estos retos.

–¡Y tener fortaleza mental! También, repertorio para dar la lidia oportuna y conectar con el tendido. Eso no me preocupa, pues las tardes anteriores de seis toros [cinco de matador y una de novillero] he mostrado variedad. Me genera incertidumbre el juego de los toros.

–En las ganaderías elegidas ha habido de todo este año...

–Tiene que haber bueno y malo. Lo de Las Ramblas ha echado toros importantes. Garcigrande es la ganadería por excelencia, con una regularidad aplastante. Fuente Ymbro es muy querida por mí, me ha dado grandes éxitos.

–¿Cómo se le presenta el resto del año?

–Difícil, pero lo afronto con ilusión. En Sevilla y Madrid no he tenido la fortuna necesaria. Y el camino de la independencia también tiene eso: uno de pende de su espada y su muleta.

–¿Es justo el toro?

–Sí. El que tiene la moneda siempre la puede cambiar. Pese a las injusticias y sinsabores con los que me ha tocado batallar, siempre he creído que el toro y el tiempo ponen a cada uno en su sitio.

Perera, sincero siempre, habla con serenidad y analiza cada faena, cada toro de la vida. A punto estuvo de perderla hace nueve meses por una cornada brutal. Solo el torero y los suyos conocen de cerca su dolor. Lágrimas en soledad hasta reaparecer en plenas facultades, «con el fin de ser juzgado y valorado por lo que hago en el ruedo y sin que se piense: “Pobrecito, viene de un percance”». Nunca quiso «explotar» la cornada ni dar lástima: «Entiendo que el toreo no es de lástima; últimamente, se ven cosas que no entiendo, como dando pena. El toreo parte de la dignidad. Cuando hablan de medallas, a mí me gustaría tener menos [16 tatúan su piel]. Jamás he jugado con eso porque creo que es muy serio».

–La sangre vertida, el valor y los valores, la solidaridad... Frente a ello, los feroces ataques antitaurinos.

–Es un sinsentido lo que vivimos. Me indigna lo que tenemos que aguantar. La paciencia y la educación tienen un límite. En el fútbol no existiría eso: los hinchas no permitirían que nadie les fastidiara su espectáculo. Como profesional, me indigna mucho; como aficionado, me indigna muchísimo. Yo no sé cómo actuaré si dentro de unos años entro a la plaza con mi hija y alguien me grita «¡asesino!» en la cara. Estamos hartos de reclamar respeto, amparo y protección. Y nadie hace nada.

–¿Le decepciona la «autoridad»?

–Muchísimo. A todos nos han contado anécdotas, como la última en Las Ventas, con la policía protegiendo a los antis. No sé por qué la ley no puede ser como en Francia y que la manifestación sea a equis metros de la plaza, donde no se considere una provocación.

–El 26 J hay

–Cuando pasamos a Cultura, me tocó estar en las reuniones con los políticos. Siempre pedimos que no se usara la tauromaquia como una moneda de cambio ni como un arma arrojadiza. La tauromaquia no es de izquierdas ni derechas. Siempre fue del pueblo y sigue siendo del pueblo. Los toros no son ni del PSOE ni del PP, ni de Ciudadanos, ni mucho menos lo son de Podemos, de Esquerra o los independentistas. Pero, nos guste más o menos, yo sí he visto mostrar a algunos políticos su apoyo rotundo a la tauromaquia, como Copesdal o Cifuentes. Ojalá todos se dieran cuenta de lo mucho que representa el mundo del toro para España.