El Juli: «En la dirección de Televisión Española hay un movimiento político antitaurino»

-¿No resta frescura quedarse sin vacaciones hasta en invierno?

-Cuando tengo un parón, me cuesta más seguir el ritmo. Estoy en la situación perfecta para empezar.

- Ya está en capilla: el sábado en Vistalegre, en el mismo Madrid, rivaliza con Manzanares y Perera.

-Es un placer volver a una plaza donde he hecho una de las faenas de mi vida. Es el escenario ideal para mostrar mi toreo.

- ¿Volverá a soñar en el «Desván» como en 2002?

-La faena a ese toro fue irrepetible. Sueño con hacer disfrutar a la afición.

-Y del Palacio de Carabanchel a Olivenza, «su» casa.

-Ahí vivo casi todo el año. Es una feria de gran relevancia. El ambiente es brutal.

-Se anuncia en todos los primeros ciclos, salvo en Castellón. ¿No le gustaría regresar?

-El empresario hace la feria y no ha tenido en su mente contratarme. Será la excepción, una simple anécdota.

-Después llegan palabras mayores: Valencia, con un mano a mano con Ponce, Sevilla...

-¡Y Madrid! Me gustaría comparecer tres tardes. No me canso de actuar en Las Ventas. En principio, están cerradas dos: torearé la de Garcigrande (con Castella y Luque) y la Prensa (con Perera y Cayetano).

- Se ha ofrecido para lidiar los santacolomas de La Quinta, encaste que suelen rehuir las figuras. ¿Por qué ese gesto?

-Quiero matarla, pero depende del interés de la empresa. El encaste Santa Coloma es señero y me gusta.

- ¿A un grande como usted le preocupa la crisis?

-Mucho, pues se darán menos corridas, novilladas... Aunque también tiene otra lectura: en los últimos años se ha masificado todo, y es la hora de apostar por la calidad. En las últimas temporadas ha aumentado mucho el número de ganaderías, de profesionales, de empresarios, que no hacían su trabajo como debían.

-¿La crisis podría poner entonces al toro en su sitio?

-Sí, creo que servirá para que el mercado se reconduzca. Tanta masificación no es buena. Jugarse la vida delante de un toro es muy serio como para organizar cosas sin categoría.

-Mientras el embajador francés Bruno Delaye abandera la Fiesta como lazo de unión, algunos pretenden que su prohibición marque la diferenciación en Cataluña. ¿Se sofocará el vendaval anti?

-No sé qué pasará, pero tengo claro que es un movimiento político muy negativo. Están prohibiendo la libertad y atentando contra muchos años de cultura y tradición, contra mucha gente que vive del toro, con su economía y con gran parte de la historia. Es lamentable. Estoy totalmente de acuerdo con el embajador francés: el mundo taurino une a España, Francia, Portugal y América.

-Se ha sembrado una nueva polémica por la emisión de unos dibujos animados antitaurinos en TVE.

-Creo que Televisión Española, la de todos los españoles, debería respetar la tradición taurina y apoyarla, puesto que en España hay muchísima gente a la que le gusta y que vive del toro. Si ahora pretenden crear una mala imagen del torero, será porque en la dirección hay un importante movimiento político antitaurino.

-¿Tan «diabólicas» consideran algunos las corridas como para intentar cortar la afición desde la raíz?

-La falta de respeto y la verdulería que existen en la tele son muchísimo más negativas para un niño que una corrida de toros. Los padres son los que regulan la educación de su hijo. Antes que vetar los toros, se deberían replantear programas muy degradantes.

-¿Echa en falta mayor difusión de los valores de la Fiesta?

-Uno de los grandes problemas es la falta de información que tiene el ciudadano acerca de este mundo, de cómo vive el toro en el campo, de todo lo que hay detrás de una corrida.

-Antes se argüía que publicitariamente no eran rentables; ahora que no hay anuncios, Alberto Oliart dice que los toros son muy caros...

-No tienen excusas, lo único que tienen es que son antitaurinos. Está claro que es política. Es gente a la que no le gusta los toros y aprovecha su fuerza para posicionarse.

-¿Debería Zapatero coger este burel por los cuernos?

-Nos falta respaldo político, y, si tuviésemos ayuda de lo más alto, sería muy positivo para la Fiesta. Es una pena que este mundo, muy rico cultural y artísticamente, esté tan desatendido.

-Cayetano manifestó en una entrevista en ABC que es la hora de que los toros pasen del Ministerio del Interior a Cultura. ¿Es partidario de ello?

-Claro que sí. El mundo del toro debe pertenecer a Cultura. Sinceramente, creo que estaría mucho mejor situado ahí.