Paco Ureña: «Yo hoy me puedo morir a gusto»

«El sueño de cualquier torero es el de abrir la Puerta Grande de Las Ventas. Está claro. Pero hoy me quedo con las sensaciones vividas, lo entregado y abandonado que he estado, lo mucho que me he emocionado haciendo lo que más me gusta en este mundo, que es torear. Soy muy feliz, aunque parezca mentira , y no me cambio por nadie en este momento», señaló luego el murciano a Efe antes de abandonar la plaza.

El también murciano Rafael Rubio «Rafaelillo» dijo que la corrida»de Adolfo Martín de hoy en Madrid había sido «de las complicadas de verdad». «Una corrida con muchas teclas, muy difícil para estar delante . Mis dos toros se metían mucho por dentro y con malas ideas. Ha sido imposible ordenar ni dar forma a tan inciertas embestidas», consideró Rafaelillo.

No obstante, las dos ovaciones con las que el público agradeció el esfuerzo realizado ante sendas alimañas tuvieron su peso su oro para él, pues «al menos Madrid ha visto y se ha dado cuenta de cómo he estado, la manera de colocarme, los cites, y la verdad con la que he querido hacerlo todo », confesó el murciano.

«No he cortado orejas, pero me siento orgulloso por la capacidad que he dado», añadió finalmente.

Fernando Robleño coincidió con su compañero en las declaraciones al finalizar la corrida, al manifestar que «ha sido imposible hacer nada lucido, solamente hemos podido estar en profesional para salvar los muebles con dignidad ».

«Qué tarde más desagradable, de las difíciles de verdad. Mi primer toro ha sido una 'prenda', siempre al acecho y sin regalar nada ; y el quinto ha sido más noble, quizás le ha faltado esa transmisión que se necesita para triunfar en Madrid, pero al menos me ha dejado estar», confesó Robleño.

«Lo único positivo que me llevo es que a los dos los he matado muy bien, además de que el público de Madrid ha visto el peligro que ha desarrollado la corrida y, en consecuencia, ha valorado justamente el esfuerzo que hemos hecho los tres toreros», finalizó.