Lolita Flores interpreta 'Poncia', un 'spin-off' de la 'Bernarda' lorquiana

Luis Luque escuchó de boca de Miguel Narros, con el que trabajó en sus últimos años, la admiración que sentía por el talento dramático de Lola Flores, a quien en su día ofreció el personaje de Poncia para un montaje de 'La casa de Bernarda Alba' que iba a dirigir José Carlos Plaza precisamente en el Teatro Español. No pudo ser, y la Faraona lo lamentó en una entrevista. Ese grabación fue la chispa que encendió el proyecto, en el que participan el propio coliseo municipal y la empresa Pentación.

Lolita ya sabe lo que es pisar el Español, donde representó -aunque en la sala Margarita Xirgu, no en la sala principal, como en esta ocasión, otro monólogo: 'La plaza del Diamante'-. «Entonces sentí tanto terror que me provocó ansiedad -reconoce-... Pues lo de ahora no tiene comparación. Cuando entré sola en la sala me entró pánico...» Pero también, dice, «ilusión y honor. ¡Quién me iba a decir a mí que a mis 65 años iba a debutar en el Español!»

«En otra vida yo debí de ser Poncia -sonríe la actriz-, porque me sale por los poros de la piel». Y es que esta obra, dice Luis Luque, nace de la herencia recibida: «De mis madres, de mis tías, y habla de la educación en el amor, de la valentía, de la culpa... ¿Qué le pasa a una familia cuando hay un hecho tan traumático como el suicidio de uno de sus miembros? ¿Cómo se puede sanar esa herida? Quedan muchas preguntas sin responder, y Poncia tiene una: ¿qué vamos a hacer con este sacrificio? Porque el suicidio de Adela es un sacrificio».

Insiste Lolita en este aspecto: «Se han juntado las tres 'eles': Lorca, Luque, Lolita; y hemos puesto el corazón y, sobre todo, hemos hablado desde la verdad. Todos hemos pasado por tragedias, todos conocemos historias similares, si no en nuestras carnes, sí en las vidas de otras personas, suicidios por amor... Que no te dejen amar en libertad, que no te dejen abrir las ventanas...» El luto... «Yo no conocí a la yaya, mi abuela paterna, otro color que el negro, porque se le había muerto el marido y después un hijo. Esa es nuestra herencia, nuestros ancestros».

Coinciden Luis Luque y Lolita en que por encima de todo está García Lorca. «Aquí no hay egos que valgan -dice Lolita-. Todos estamos al mismo nivel, salvo Lorca». El autor y director asiente y dice que ha abordado el trabajo con total humildad. «Si uno no se pliega ante el gran talento de Federico y el gran valor dramático de su obra, no se puede abordar un trabajo así». Revela Luque que en 'Poncia' hay un 80 por ciento de 'La casa de Bernarda Alba', y hay también fragmentos de 'Doña Rosita la soltera' y un par de poemas... «A partir de ahí he tejido una serie de reflexiones. Poncia, tras la muerte de Adela, empieza a rememorar cosas que se han dicho dentro de la casa, escenas que ha vivido, advertencias que le ha hecho a Bernarda... La obra es un ajuste de cuentas con Bernarda».

«Me da coraje que trate a sus hijas así -tercia Lolita-. Las educa como a bueyes... De Poncia me quedo con su libertad. En mi casa las mujeres han sido siempre, y son, muy libres. Llevamos muy dentro la libertad y la justicia. La culpa que siente es no haber sabido parar lo que inevitablemente se venía».