Los rostros de Tarteso, un nuevo capítulo en los libros de Historia del Arte

Lo relevante de las esculturas es que aunque quizá fueron encargadas a algún artista foráneo y su estilo es muy mediterráneo, con un aire medio griego arcaico, medio etrusco, fueron decoradas con joyería tartésica y es la primera vez que podemos poner en contexto la propia joyería.

Además, cabe destacar que han aparecido dentro de un contexto arqueológico, porque muchas de las esculturas que conocemos hasta ahora en la Península Ibérica de la época, fundamentalmente asociadas al mundo ibérico, proceden de hallazgos casuales, como en el caso de la leona descubierta en Córdoba porque un arado tiró de la piedra y al moverla se dieron cuenta de que se trataba de una figura animal. Poder contextualizarlas, poder darles una cronología, saber que pertenecen a un lugar también las distingue de otros hallazgos que se han hecho hasta ahora. No fue el caso de la 'Dama de Elche', que apareció aislada y aún se debate si es de finales del V, o no, por el estilo, pero no por el contexto arqueológico donde apareció.

Tras este hallazgo de las figuras del Turuñuelo, en los libros de Historia del Arte tendrán que añadir un capítulo más. Tras el arte paleolítico de Altamira y Lascaux, se solía pasar al arte del mundo ibérico, se empezaba con la 'Dama de Elche', la 'Dama de Baza', etc. Ahora habrá que anteponer un capítulo importante, porque en Tarteso también había escultura.