Ben Affleck se consolida como director con 'Argo'

Tras 'Gone Baby, Gone (Adiós pequeña, adiós, 2007)' y 'The Town (Ciudad de ladrones)', Affleck firma ahora otro trabajo impecable por la maestría con la que aúna el dramatismo de una experiencia real con lo que él mismo ha definido como "ironía y sátira hollywoodiense" en la narración. Un punto cómico magistralmente resuelto por Alan Arkin y John Goodman, en el papel de dos histriónicos productores de la meca del cine.

‘Argo’ se ha presentado esta mañana en la Sección Oficial del Zinemaldia, fuera de concurso. Una pena, porque ha entusiasmado a prensa y público, que han ovacionado la película. Ben Affleck y Alan Arkin han sido recibidos asimismo con aplausos en la rueda de prensa posterior a la proyección del film, un encuentro en el que se palpaba un conmesurado interés de los profesionales del sector por revelar los entresijos que rodean a la producción del thriller.

Así, Ben y Alan han desgranado poco a poco los pormenores de ‘Argo’, desde la "meticulosidad con la que trabaja Affleck", hasta la documentación con la que han contado, que ha incluido una entrevista con el expresidente de los EE UU Jimmy Carter -un fragmento se incluye en voz en off al final de la película. "Es una historia que nunca sería creíble si no estuviese basada en hechos reales", ha opinado Affleck sobre su historia, que con ritmo frenético narra un inverosímil rescate que se mantuvo en secreto durante décadas. "Lo que se muestra son acontecimientos que son muy cercanos a lo que ocurrió y me atuve tan meticulosamente como me fue posible a los hechos", ha defendido.

En un convulso Irán en plena revolución islámica, el 4 de noviembre de 1979 una multitud enfurecida toma por asalto la embajada de Estados Unidos en Teherán manteniendo como rehenes a sus ocupantes.

Pero en los primeros momentos de confusión seis trabajadores de la legación logran huir y esconderse en la residencia del embajador de Canadá, hasta que las autoridades estadounidenses deciden poner en marcha una operación para sacarlos del país. Ahí entra en acción Tony Méndez, un experto en rescates de la CIA -interpretado por Affleck - que idea un extraordinario montaje para hacerles pasar por un equipo de cine canadiense en busca de localizaciones en Irán para una película de ciencia ficción.

Con la ayuda de los dos peculiares productores de Hollywood encarnados magistralmente por John Goodman y Alan Arkin, el agente secreto se lanza a la fabricación de una extravagante mentira que da lugar a situaciones hilarantes.

Una bis cómica que Affleck rodó sin tener claro si finalmente sería incluída en la película. «Temía que pudiese destruir la seriedad del filme y estaba dispuesto a cortar los chistes si al ver la secuencia completa desvirtuaba lo que quería contar». Pero no hizo falta gracias a Arkin y Goodman, «dos actores que son tan buenos que nunca parecen ridículo».

También ha habido tiempo en la rueda de prensa lo anecdótico. El protagonista de títulos como ‘Una chica de Jersey’ o ‘Pearl Harbour’ ha explicado que llegó a "odiar" su pelo en ‘Argo’, y que incluso sus hijos le pidieron en repetidas ocasiones que se lo cortara y afeitara la barba. "¿Qué clase de trabajo tienes para tener que ir con esa pinta?", llegaron a decirle, según a confesado entre risas.

No sólo la prensa ha piropeado el trabajo de Ben Affleck. Alan Arkin ha señalado ante los medios de comunicación que es "muy meticuloso" tras la cámara, y que incluso cuando estaban rodando juntos una escena podía ver en sus ojos la mirada de un director que evalúa el resultado de la interpretación. "Ha sido fácil trabajar con él", ha concluído.