El Palacio de Cristal muda de piel con una nueva envolvente que recuperará la configuración original

«No es la misma, pero sí similar», explicó Javier Contreras, arquitecto y director de las obras. Si hasta que comenzaron los trabajos actuales buena parte de los cristales tenían forma curvada, ahora se está trabajando en una disposición de cristales planos, solapados, con un innovador sistema de unión y manteniendo cierta abertura para garantizar la ventilación del espacio. «Se trata de volver a la situación original, pero con variaciones mínimas de una tecnología actual. Esto ayudará a que no haya tanta condensación, que en verano haya más ventilación y que el agua no corroa los materiales metálicos. Todo esto no deja de ser un pequeño experimento porque no está hecho hasta ahora. Pero creemos que sí, que va a funcionar».

Contreras explicó los detalles de la reforma del Palacio de Cristal durante una visita del ministro de Cultura, Ernest Urtasun, al edificio. «En el año 2023 se tuvo que proceder al cierre del Palacio de Cristal por motivos de seguridad, por unas caídas que hubo, y después de los análisis que se realizaron en el año 2024 se decidió que teníamos que ir a una restauración integral, que fundamentalmente está operando tanto en la estructura de metal como en los cristales», señaló el ministro. «Calculamos, si todo va a buen ritmo, que termine hacia el final de la legislatura en el año 2027 para poder ya estar abierto al público. El director del Reina Sofía, Manuel Segade, ya está trabajando en las posibles exposiciones para cuando eso ocurra».

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«El Palacio de Cristal forma parte del Paisaje de la Luz declarado patrimonio mundial por la Unesco en el año 2021. No solo recuperamos un espacio fundamental, cultural, ciudadano, porque es una de nuestras grandes joyas arquitectónicas de nuestra capital, sino que también estamos preservando el Paisaje de la Luz como patrimonio mundial. Estoy muy satisfecho de ver que las obras avanzan a buen ritmo y ver que este espacio pronto, en el año 2027, podrá estar ya recuperado para la ciudadanía», añadió Urtasun. «Esperamos llegar a la fecha que está planteada, más o menos estamos a un tercio de la actuación general», aclaró por su parte el jefe de las obras.

Las obras de reparación actuales se pusieron en marcha después de que el Ministerio de Cultura constatara que la edificación presentaba «un cuadro patológico preocupante en su estructura metálica», principalmente en su envolvente acristalada, la gran seña de identidad del conjunto.

Contreras calificó el Palacio de Cristal como un «edificio complejo». «Vamos a intentar que todo funcione, pero tenemos que ser humildes porque todos lo han intentado y esto ya se ha reparado muchísimas veces; no dos o tres, sino muchas. Es un edificio muy bonito, pero frágil», aseguró. En esta ocasión no van a recurrir al sellado de los cristales con silicona, cosa que se hizo en intervenciones anteriores. Según el arquitecto, las nuevas condiciones medioambientales resultantes del sistema de ventilación no impedirán que se sigan organizando exposiciones: «El director del museo ha explicado que las instalaciones que se hacen aquí son de arte contemporáneo o arte conceptual. La pintura, con tanta luz, es imposible. No se pueden exponer telas o pintura, pero sí instalaciones de arte contemporáneo en las que el artista pueda expresar cuál es su propia interpretación del mundo».

Construido por Ricardo Velázquez Bosco en 1887, el Palacio de Cristal fue concebido originariamente como invernadero para la Exposición de Flora de las Islas Filipinas, colonia española por aquel entonces. Tras esa exposición, en la que paradójicamente no se pudieron mostrar las flores de Filipinas porque no resistieron al trayecto, el Palacio de Cristal se utilizó como sede de la Exposición Nacional de Bellas Artes. Desde 1990, alberga proyectos e instalaciones específicas de artistas contemporáneos.