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ABC Cultural

La barbitúrica de la semana

La palabra emancipada

Para mirar el mundo hay que despellejarlo y para sentirlo hay que despellejarse

Locos guiando ciegos (28/01/24)

Sudor de negro y cacao (15/01/24)

Mónica Ojeda. TANIA SIEIRA
Karina Sainz Borgo

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Nombrar la realidad nos sustrae de la confusión. Las palabras son el antídoto para no dejarnos hundir por el desorden. Forman, juntas, un precinto para comprender el mundo y ser comprendidos dentro de él. Pero qué pasa cuando no bastan. ¿Qué ocurre en ese momento ... en que la realidad las desborda y la lengua, como la de Teresa contada por Mayorga, se rompe en pedazos? ¿sólo da gemidos, porque más se no se puede? Cuando el idioma regresa a su naturaleza salvaje, las palabras echan a correr, se derraman, rozan. Esa palabra emancipada del texto muda en ser vivo: toca, roza, inaugura, enloquece, estremece y nos estremece. Eso es lo que hace Mónica Ojeda en su novela 'Chamanes eléctricos en la fiesta del sol', publicada esta semana por Literatura Random House.

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